48 directores de cine de todo el mundo, convocados, en Madeira
A pesar de las numerosas ausencias sobre la lista inicial de invitados, se han reunido en la isla de Madeira directores de cine procedentes de 48 países. Esta es la primera vez que una convocatoria similar ha agrupado a tantos representantes del mundo del cine. Aunque el proyecto primitivo era sólo el de discutir la legislación de los derechos de autor, los realizadores cinematográficos se han agrupado en siete secciones que analizarán sus problemas desde ángulos económicos, políticos, estéticos, industriales y de los que han surgido recientemente con los nuevos medios de comunicación.No todos los que se reúnen en Madeira pertenecen al censo de los consagrados. Buena parte de ellos inician ahora su filmografía y otros, contra su voluntad, la interrumpieron hace años. Quizás por esto han sido especialmente interesantes los enfrentamientos: mientras los cineastas europeos, presididos por René Clement, intentaban ahondar en la problemática del vídeo, los directores del tercer mundo proponían una defensa colectiva de las libertades de expresión. Clement tuvo que abandonar la presidencia dada la incomprensión, cuando no malestar, que evidentemente le producía el término político. El cineasta mozambiqueño Ruy Guerra se encargó de desvelar públicamente sus contradicciones.
Varios son los directores españoles presentes en Madeira. José Luis Garci, Pilar Miró, Juan Antonio Bardem, Antoni Ribas, Javier Aguirre, Antonio Artero y Julio Diamante. Pontecorvo, Costa Gavras, Lester, Jean Rouch, Joris Yvens, Vilgot Sjoman son algunos de los rostros conocidos entre los directores extranjeros.
También el turco Yilinaz Guney apareció brevemente por Madeira, interrumpiendo su estancia en el festival de Valladolid. Guney, que fue detenido varias horas en el aeropuerto internacional de Lisboa, según informa desde la capital portuguesa Nicole Guardiola, pudo continuar viaje, tras la intervención del presidente del Gobierno Autonómico de Madeira y del Gobierno Central de Lisboa, que impidieron la reclusión del cineasta turco debido al mandato de captura lanzado por las autoridades turcas y distribuido a todas las policías internacionales por la Interpol, por actividades políticas que -las autoridades de Ankara califica de delitos de derecho común.
Babelia
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