Jacques Chirac reclama implícitamente en Bonn que la RFA tenga una fuerza nuclear propia

El alcalde de París y líder del partido gaullista, Jacques Chirac, reclamó ayer implícitamente la participación de la República Federal de Alemania (RFA) en una fuerza nuclear europea, con lo que provocó una gran conmoción y confusión. En declaraciones a la radio francesa, Chirac aseguró que "es impensable que sólo los franceses y los británicos asuman la disuasión atómica en Europa. Se plantea el problema de la participación directa de la RFA, y esto tendrá que ser resuelto". En la búsqueda de soluciones, Chirac no excluyó "ninguna posibilidad".A la hora de concretar sus puntos de vista, en una posterior conferencia de prensa en Bonn, Chirac dio marcha atrás y rodeó de confusión su punto de vista sobre la defensa europea y la participación de la RFA en la disuasión atómica. Aseguró que es un decidido partidario de todo lo que suponga fortalecer la alianza entre Europa y Estados Unidos, pero está "completamente en contra del retorno de Francia a la estructura militar de la OTAN". Según Chirac, Francia tomó la decisión de salir de la OTAN, y "nadie desea ponerla en tela de juicio".

Chirac es partidario del despliegue de los nuevos misiles atómicos en Europa, y dice que, para Francia, el estacionamiento de armas atómicas sobre su territorio no es ningún problema, porque cuenta con sus cohetes y submarinos atómicos y con la fuerza aérea estratégica.El alcalde de París negó que la RFA sea para Francia una "zona de choque", porque "la defensa de valores comunes supone una solidaridad". Quitó importancia a las declaraciones del general francés Pierre Gallois a La Vanguardia, que tuvieron un eco fuerte en la RFA por la afirmación de que Francia se defendería en el caso de un ataque soviético, pero no movería un dedo ante un ataque a la RFA. Chirac dijo que el general Gallois no tiene ninguna influencia y que su opinión es un punto de vista puramente aislado y personal, que nadie comparte en Francia.

Chirac aseguró también que no considera definitiva la actual división de Europa entre el Este y el, Oeste, y se pronunció contra una estrategia soviética de conseguir la neutralización de Europa. El político gaullista recordó la "Europa del Atlántico a los Urales", mencionada por De Gaulle y recientemente por el Papa en Viena, y afirmó que el camino correcto para negociar con la Unión Soviética es desde una posición de fuerza.