Detenido el presunto autor de un incendio forestal en Granada que causó cinco muertos
Un hombre se encuentra detenido desde hace varios días en Granada, acusado de ser el presunto autor del incendio forestal que la pasada semana asoló la sierra de Cázulas, en el término municipal de Otivar, y en el que perdieron la vida cinco trabajadores de un retén de los servicios de leona. Aunque la noticia no ha sido aún oficialmente anunciada EL PAÍS pudo confirmar ayer la veracidad de la misma en fuentes oficiosas próximas a la Guardia Civil granadina.
Según esta fuente, el detenido es un joven de edad comprendida entre los 25 y 30 años, agricultor de profesión, que el lunes día 11 procedía a quemar unos rastrojos en terrenos próximos al paraje conocido como La Cabra Montés, cuando un imprevisto viento extendió las Ramas, que el joven no pudo frenar y que desembocaron a continuación en el incendio que tan trágicas consecuencias tuvo al día siguiente.A pesar de que la Guardia Civil parece convencida de la falta de intencionalidad del incendiario, la personalidad de éste se mantendrá de momento en el más riguroso secreto por miedo a represalias.
El incendio, iniciado alrededor de las 14.30 horas del día 11, por causas que entonces no pudieron ser determinadas, tardó dos días en ser dominado y afectó a un total de 500 hectáreas de monte de los términos de Otivar y Lentegí.
Aunque en principio se dio por controlado el incendio a las 19.00 horas del mismo día 11, el viento reavivó el fuego a primeras horas de la mañana siguiente en varios frentes. En uno de ellos, los miembros de una cuadrilla de Icona que trabajaba en las tareas de extinción, se vieron sorprendidos en el fondo de un barranco, del que no pudieron escapar.
El capataz de la cuadrilla, Manuel Rodríguez, y cuatro peones de la misma -Juan Antonio Romero, Manuel García, Guillermo Rubio y Eugenio Martínez- fueron pasto de las llamas y murieron a consecuencia de las quemaduras sufridas y por asfixia.
Un sexto componente del retén, Jesús Calar, de 24 años, consiguió salvar la vida al tumbarse, encogido, en una hoyo natural del terreno. "No le deseo a nadie en este mundo la experiencia de ver a cinco compañeros arder como antorchas humanas", declaró el superviviente poco antes del entierro de las víctimas.
Debido a los antecedentes de incendios anteriores producidos en la sierra de Cázulas -el más importante de los cuales arrasé, en 1975, más de 10.000 hectáreas de terreno de las provincias de Granada y Málaga-, desde el primer momento se tuvo la sospecha de que el fuego podía haber sido provocado intencionadamente también en esta ocasión.
Sospecha de intencionalidad
Tras varios días de investigaciones, la sospecha de la intencionalidad tomó cuerpo al divulgarse ayer en Granada el rumor de que la Guardia Civil de Otivar había procedido a la detención de un joven, al que acusaban de ser el autor material del incendio.
Puestos en contacto con el Gobierno Civil de la provincia, la existencia del presunto pirómano no fue confirmada ni desmentida de manera oficial, ya que no se había recibido el atestado correspondiente de la Guardia Civil.
