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Escasa respuesta a los estímulos oficiales para invertir en Sagunto

Las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros para generar nuevo empleo en la zona valenciana de Sagunto y municipios limítrofes, mediante la ubicación de empresas industriales y agroalimentarias, que absorban el excedente de Altos Hornos del Mediterráneo, fueron bien acogidas por el empresariado valenciano. Pero no han ocasionado más iniciativas de las que se conocían antes de este aval del Gobierno.

La Comisión de Promoción Económica de Sagunto, comisión mixta de la Generalitat y Administración central que filtrará los proyectos empresariales candidatos a estas medidas, proyecta una tarea de promoción industrial fuera, incluso, de los límites autonómicos valencianos. Su gerente, Miguel Domenech, ejecutivo de una importante firma textil de Valencia cuenta sobre la mesa con una quincena de proyectos de muy diversa procedencia sectorial.Los dos primeros, la apertura de una fábrica de fertilizantes de la Empresa Nacional de Fertilizantes, SA, y de otra de vidrio plano de la multinacional italiana Sif, no han encontrado una respuesta sindical adecuada al propósito gubernamental de reducir la crispación social con la garantía de disponer de 900 puestos de trabajo seguros para el excedente de la plantilla de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM). Comisiones Obreras afirma que el sector de abonos tiene una sobrecapacidad del 25% a raíz de la sequía, y en cuanto al vidrio para automóviles, la oferta actual es mayor que la demanda. Ciertamente, la crisis de los fertilizantes de Explosivos Río Tinto (ERT) es suficientemente conocida en la región valenciana, donde la planta del puerto de Castellón, a pocos kilómetros de Sagunto, estuvo cerrada dos meses para no acumular más producción sin salida comercial.

Alternativa industrial

La alterfiativa industrial proyectada para la comarca saguntina recuerda, en gran medida, el debate surgido al principio de los años se tenta en Valencia, a raíz de la ubicación de dos grandes empresas, la factoría Ford de automóviles y la Cuarta Planta Siderúrgica Integral. La discusión, en la que participaron el ministro de Sanidad, Ernest Lluch, entonces profesor universitario; Amando de Miguel y otros, se centraba en el carácter industrial de la Comunidad Valenciana y el efecto multiplicador de las grandes inversiones industriales allá donde se ubican. La situación de hoy remite al ayer, porque puede suceder que la voluntad política y las ayudas del Gobierno no generen confianza empresarial y apertura de nuevas industrias, e íncurran, por otra parte, en el error de promover grandes industrias no adecuadas al diseño social y económico de Sagunto.

Francisco Pérez, director general de Economía de la Generalitat y profesor en la facultad de Económicas, señala que la experiencia de aquellas catedrales industriales no generó un desarrollo de otras industrias auxiliares en la comarca. La Comunidad Valenciana contaba entonces con una trama industrial propia, muy diversificada, que prácticamente no ha sido alterada por la incorporación de grandes inversiones de capital foráneo. Francisco Pérez considera que en Sagunto hay que moverse en un campo de concreciones, y hablar de líneas de producción o empresas con futuro en vez de sectores o grandes inversiones ajenas a la realidad del mercado. "Cualquier monocultivo industrial es muy peligroso", afirma. "Por lo que las ayudas aprobadas no van dirigidas a sectores industriales, sino a proyectos que se consideran viables. Es positivo que no se piense en ninguna especialización de la zona".

El BOE y el dinero

Vicente Ivorra, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), estima obligado por parte del Gobierno la aprobación de estas ventajas fiscales. "Es bueno, ya debía estar hecho antes", dice, pero desconfía de su eficacia. "Tenemos poca fe en que se encuentren muchas inversiones con deseos de ir a Sagunto. Los deseos generales de no inversión no van a ser vencidos por las ventajas fiscales". Precisamente, hasta el momento ningún empresario adscrito a la CEV ha ofrecido una propuesta industrial para Sagunto.

José María Simo, presidente de la Cámara de Comercio valenciana y del Consejo Regional, representa a un colectivo social más amplio, que ha remitido algunos proyectos industriales a la Comisión de Promoción. "Eran necesarias e importantes estas medidas", señala, "pero siempre tengo mis dudas sobre el BOE, que es una cosa, y los dineros otra muy difícil de cobrar. Yo creo que sí se ha producido una respuesta positiva del empresario, aunque la gerencia ahora debe ir a Vizcaya, Madrid, a Barcelona para buscar nuevas ideas". Aproximadamente la quincena de proyectos que esperan su turno de selección sobre la mesa corresponden a empresarios medios y medio-pequeños, con intereses en los sectores de construcción, estructura metálica, abono, transformación de productos agrarios, contenedores, accesorios del automóvil, vidrio, textil. Su identidad se esconde a la Prensa para evitar especulaciones con el suelo en estas negociaciones. Segundo Bru, conseller de Industria, Comercio y Turismo, manifestó en este punto que los terrenos expropiados para la siderurgia integral no se iban a tocar, pues en los municipios delimitados para aplicar las ventajas fiscales hay "nueve millones de metros cuadrados calificados como suelo industrial, zona más que suficiente para realizar estos proyectos".

No obstante, este periódico ha conocido directamente el anteproyecto presentado por Terminal Marítima de Contenedores, SA (Tecosa) para establecer un centro de coordinación de transportes con despacho TIR, puerto comercial y fábrica de contenedores, que puede crear 360 puestos de trabajo. Las seis empresas que lo avalan, con un volumen propio de mercancías en la comunidad autónoma estimado en 900.000 toneladas al año, buscan desde tiempo atrás un puerto entre Vinaroz y Alicante, y consideran que el infrautilizado de Sagunto es el más idóneo. En cuatro meses aseguran que tendrían realizado el proyecto, y su actividad, a pleno rendimiento.

"Las empresas de servicios", afirma Francisco Palau, consejero delegado de Tecosa, "son la lanzadera de creación de puestos de trabajo". Esta empresa participó en el concurso de la segunda terminal de contenedores de Valencia, y al de la terminal del puerto, sin fortuna, por lo que su pretensión de ir a Sagunto es anterior a la aprobación de medidas especiales. "Nuestra base quiere ser la explotación del puerto comercial. ¿Qué pasa con el puerto de Sagunto? Desde que en 1902 tuvo su autorización administrativa para los minerales de Sierra Menera, ha estado infrautilizado. Una grúa de 200 toneladas sólo se usa dos jornadas al mes, mientras a 18 kilómetros, en el puerto de Valencia, la mayor es de 73 toneladas".

"Perros viejos"

Palau contempla con optimismo el reciclaje de personal que hoy se ocupa en Altos Hornos del Mediterráneo para el puerto comercial o fábrica de contenedores, aunque todo ello formará parte de una negociación con los sindicatos, posterior a los trámites con la Administración.

"Somos perros viejos", afirma, "y sabemos que cualquier proyecto en Sagunto ha de ir de acuerdo con los sindicatos. Son gente muy conflictiva, pero todo es motivo de negociación. No le puedes montar al obrero de Sagunto una fábrica de juguetes cuando siempre ha trabajado el acero".

La conflictividad social puede ser, según Ivorra, de CEV, origen de la retracción empresarial. "Es una preocupación; lo es. Los saguntinos no dan una imagen que ayude al inversor neutral, al capital fijo. Los de aquí entendemos que una colectividad social como Sagunto tenga esta conflictividad, que no debería perjudicar a la creación de nuevas industrias". José María Simo, de la Cámara de Comercio, considera, por su parte, que "hoy todas estas cosas están solucionadas por convenio".

Esta factor, que puede influir en la resistencia empresarial para participar en la comarca saguntina en la operación industrial propuesta por el Gobierno González, es complementario de otros criterios menejados por la Comisión de Promoción Económica para la selección de proyectos.

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