Yilmaz Guney: 'El cine es un arma para pelear contra la oscuridad'

"Para mí el cine es arte y lucha; es un arma para pelear contra la oscuridad, contra la represión y contra los múltiples muros que rodean al hombre y a los pueblos", afirmó en una entrevista concedida a EL PAIS el realizador turco Yilmaz Guney, que se halla en Valladolid para presidir el jurado de la Semana Internacional de Cine, que comenzó ayer, y para presentar su última película, El muro.

Guney estaba invitado a la reunión de directores que se va a celebrar en la isla de Madeira, pero prefirió viajar a la capital castellana "porque estoy en deuda con este festival y con Valladolid; aquí tengo muchos amigos a los que no conocía personalmente, pero que hace tres años me ayudaron mucho cuando proyectaron todas mis películas y solicitaron mi puesta en libertad".El director turco llegó a Valladolid en la noche del viernes y se marchó inmediatamente a un chalé de las cercanías. Rechazó la posibilidad de ir a un hotel, porque prefiere estar aislado, y solicitó protección, ya que teme ser objeto de algún atentado desde cuando hace un par de años escapó de la cárcel donde cumplía condena. Una vez más rehuyó, entre sonrisas, hablar de la forma como se evadió de la prisión. Ahora reconoce que, pese a estar en libertad, su felicidad no es completa. "Siempre falta algo Cuando estaba en Turquía no era libre, y ahora que soy libre me falta Turquía, que es algo muy importante para mí".

Su próxima película "será más universal que las anteriores, es decir, contará cosas que puedan interesar, desde el punto de vista del sentimiento, a cualquier hombre de cualquier país". No descarta la posibilidad de rodar ese nuevo filme en España. Durante su estancia en Valladolid recorrerá distintas zonas de la provincia y de la región castellano-leonesa para buscar exteriores y paisajes.

'El muro': lirismo y violencia

Tras Yol, que fue premiada en el Festival de Cannes, Guney realizó El muro, que el próximo domingo clausurará la Seminci. "Es un grito contra el fascismo en Turquía", señaló. "Un grito contra las condiciones de vida del pueblo bajo la dictadura militar. Pero, no es sólo eso, sino también un filme que cuenta la vida de los niños en las prisiones turcas. Mantengo el planteamiento estético de películas anteriores, pero la propia historia de El muro me ha hecho adoptar una forma algo distinta, porque esa historia es dura y violenta. La trama estética es también más dura, más cerrada; para mucha gente esta violencia que se cuenta es casi insoportable". "Cuando el público ve una obra de arte", añadió, "quiere sacarle gusto, y por eso en El muro existe también lirismo, pero es un lirismo diferente que proviene del dolor y de las dificultades de vida que se narran. El gusto que deja en el espectador es de amargura y de violencia".Yilmaz Guney asegura que la fuerza que irradian sus personajes procede "de mi propio país, pero también del hecho de mirar bien el lugar donde uno vive y las cosas que hay alrededor; supongo que en España existirán los mismos caracteres, pero es responsabilidad del artista español sacarlos. Si hiciera una película aquí creo que podría encontrar esos elementos que caracterizan mis obras".

Guney cree que el cine no está herido de muerte ni que pueda ser reemplazado por el vídeo o la TV. "Es un arte y no puede morir; no va a morir. El vídeo es una simple prolongación de ese arte, tal vez una manera de llegar a más público". Tampoco considera que exista un filme ideal. "La vida tiene tantos matices, tanta riqueza, tantas perfecciones, que nunca habrá una película que pueda recogerlos todos. Además a veces se intenta narrar una historia que abarque muchas cosas y se fracasa, y otras veces con una pequeña anécdota, con algo que parece insignificante, se logra una obra mejor".