El ministro de Sanidad, Ernest Lluch, garantiza la asistencia médica a los afectados por la colza

"Es absolutamente incierto que se vaya a suspender la asistencia a los enfermos del síndrome tóxico", declaró ayer en Barcelona el ministro de Sanidad, Ernest Lluch. "Comprendo que los enfermos del síndrome se encuentran en una situación anímica muy dramática y que cualquier rumor pueda llenarles de angustia, y se manifiesten ante la Moncloa. Puedo garantizar que nadie quedará sin asistencia y que procuraremos que sea la mejor. Pero con la misma rotundidad digo que seremos estrictamente respetuosos con el criterio de los médicos, y si los médicos dicen que algunos enfermos pueden ser dados de alta, para nosotros serán, a todos los efectos, enfermos curados", añadió el ministro.

Lluch se mostró muy preocupado por la situación psicológica que sufren los afectados por el síndrome tóxico: "Comprendo que muchos estén angustiados y que les parezca que se encuentran en un callejón sin salida. Pero -creo que hay ya pocas muertes previsibles a causa de la colza. Y creo también que, en los casos en que esté médicamente indicado, lo mejor que podemos hacer es propiciar su retorno a la vida normal".El ministro explicó una anécdota que en su opinión es reveladora de la situación psicológica de algunos enfermos, en la que a veces influye la falta de información: "Una señora protestó porque le había surgido una dolencia en los ojos, temía quedarse ciega y creía que no tenía la adecuada asistencia médica. No me han tomado en serio, nos dijo, y me han mandado a Barcelona, a que me visite un tal Barraquer... En fin, esta angustiada mujer no sabía que el doctor Barraquer es una eminencia internacional".

Respecto a la demanda de mayores pensiones y más ayudas, el ministro dijo que no todos los enfermos se encuentran en la misma situación y que en cualquier caso, sí el médico dice que un enfermo puede ser dado de alta, este enfermo debe afrontar su vida normal. En estos momentos, según el ministro, quedan unas 12.000 personas afectadas. El resto, hasta 18.000, ha sido dado ya de alta o está en proceso de serlo.

"Aún no sabemos a ciencia cierta cuál ha sido la causa exacta del síndrome tóxico", manifestó Lluch. "En las jornadas celebradas en Madrid con 90 científicos de todo el mundo que han investigado la enfermedad, se llegó a una conclusión clara: que el aceite tóxico era una de las causas, pero no la única, pues de lo contrario" no podría explicarse cómo, habiéndose distribuido por toda España, sólo afecta a una parte de ella".

"Se apuntan en estos momentos varias hipótesis", añadió Ernest Lluch. "La más verosímil es la que considera que el aceite ha causado la enfermedad en las personas que han padecido determinada neumonía. En cualquier caso, el síndrome sigue siendo un misterio. Lo que sí puedo decir es que en parte por esta gran desgracia, se ha incrementado la conciencia colectiva por los problemas del consumo y hoy estamos en mejores condiciones de evitar un suceso semejante".

Defensa del consumidor

Uno de los instrumentos con que contará el Gobierno es, según el ministro, la Ley de Protección de los Consumidores, que será entregada al Parlamento antes de fin de año. Reconoció que la ley ha despertado recelos en algunos sectores empresariales, fundamentalmente por los controles y por la exigencia de que todos los productos exhiban una etiqueta en la que figure su composición exacta.

"Pero también es cierto", añadió, "que las organizaciones de consumidores opinan todo lo contrario, que es todavía demasiado blanda. Por otra parte, estoy convencido de que un mayor rigor en el control provoca roces a corto plazo y grandes beneficios a largo plazo. Máxime cuan do todos los países europeos tienen establecidos rigurosos sistemas a los que habrán de amoldarse los productos españoles si quieren venderse allí. Es lo que nos ha sucedido con las estrictas medidas en el sector fármacéutico, que provocaron no pocas protestas, y acabamos de recibir una felicitación oficial del Consejo de Europa. Esta felicitación actuará como un factor de reputación sobre los productos fabricados por los laboratorios españoles, de la que hasta ahora carecían".

La Ley de Protección del Consumidor está planteada como una ley de bases, una ley, marco que habrá de ser desarrollada posteriormente por lbs parlamentos autónomos. "Tenemos en estudio un total de 8,9 informes sobre la ley, que serán tenidos en cuenta y que podrán dar lugar a algunas modificiaciones sobre el texto del ministerio".