Felipe González exige respuestas concretas sobre el futuro de las negociaciones con la CEE
Con el tema de la integración en el Mercado Común como único en la agenda de conversaciones que está manteniendo bilateralmente en Italia, y que continuará el domingo en Atenas, con otros cuatro jefes de Gobierno europeos, el presidente Felipe González, declaró ayer que esta vez venimos a por respuestas concretas sobre el futuro de nuestras negociaciones, y las vamos a plantear al más alto nivel".
Los continuos obstáculos por parte de los diez a los capítulos negociadores españoles, en especial los agrícolas, están sumiendo en el pesimismo al Gobierno socialista español, que en los últimos meses ha intentado comprender la relación que el resto de los miembros de la CEE ha querido establecer entre los problemas presupuestarios europeos y la ampliación de la Comunidad a España y Portugal.Felipe González planteó ayer abiertamente a su colega italiano, Bettino Craxi, la "inquietud" de su Gobierno por estas dificultades. Acompañado del secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades, Manuel Marín, único miembro de la Administración que ha venido con él a Roma, el presidente González mantuvo una conversación de casi dos horas con Craxi para intentar conocer las exigencias sobre la competitividad en el mercado europeo de productos como el aceite de oliva, los cítricos y el vino.
Posteriormente, en público, Craxi dijo que "conocemos las dificultades, pero creemos que pueden y deben ser superadas. Al ingreso de España atribuimos un gran valor. Es un valor, ante todo, político, para una Europa que ha de crecer y potenciarse en el tablero mundial. Nosotros nos estamos moviendo y seguiremos poniendo todo el empeño para que se cumpla en la CEE lo que ya tenía que haberse realizado".
Hoy, antes del final de la visita a Roma, los dos jefes de Gobierno participarán en una conferencia de Prensa conjunta. En Atenas, Felipe González y Bettino Craxi se unirán a Papandreu, Mauroy y Soares, los restantes líderes socialistas del sur de Europa, para seguir discutiendo prioritariamente los preparativos de la cumbre comunitaria del 6 de diciembre, que se desarrollará también en la capital griega, donde España debe obtener ya una respuesta definitiva sobre el calendario de su adhesión.
En medios gubernamentales españoles se es consciente de que una actitud negativa, obligará a Felipe González a replantear de alguna forma la estrategia política y económica exterior y, concretamente, la política de integración atlántica.
Alarma en la comitiva
Una cierta alarma se produjo en la comitiva que acompaña a Felipe González en su viaje a Roma cuando se conocieron las noticias, inicialmente difundidas por la radiotelevisión italiana, referentes a un supuesto intento de atentado contra el presidente español. El hecho que originó la confusión fue la persecución emprendida a las 18.30 horas por policías italianos tras dos jóvenes que, a bordo de una motocicleta de gran cilindrada, consiguieron escapar después de arrojar una bolsa con armas contra el coche-patrulla que iba tras ellos. La radiotelevisión italiana (RAI) señaló que el suceso se produjo en una calle por la que debía pasar poco después González.
Posteriormente, los servicios de seguridad de la Presidencia italiana señalaron que ni el lugar del hecho, la vía Dosini, era vía alternativa de paso de Felipe González ni las armas encontradas estaban dispuestas para ser disparadas".
"Creernos", añadieron, "que se trata de un traslado de armas de un piso franco a otro de unos presuntos delincuentes". En la bolsa que arrojaron los fugitivos se hallaban un fusil con mira telescópica, dos con cañones recortados, una granada, dos cartuchos de dinamita y cuatro pistolas. Las armas estaban guardadas en estuches.
Cuando la RAI ofreció la noticia, Felipe González se encontraba ya en la cena oficial ofrecida por el primer ministro italiano. Precisamente en este acto se produjo una nueva anécdota, que se suma a la protagonizada por un extraño que se introdujo en la habitación reservada al jefe del Gobierno español. Durante la cena de gala, se registró un apagón de luz que duró seis minutos, informa Efe.
Finalmente, se supo que ese tiempo sin luz fue originado por una sobrecarga en las líneas que suministran fluido a la residencia.
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