Felipe González opina que Europa juega un papel casi marginal en los temas que afectan al bloque occidental

El presidente del Gobierno español, Felipe González, que inicia hoy una visita oficial de dos días a Italia, está convencido de que Europa juega un papel poco activo, casi marginal, en los temas que afectan al bloque occidental. En una extensa entrevista concedida al diario Il Messagero, de Roma, publicada ayer, Felipe González dice que "en cuanto al tema de España en la OTAN, creo que Europa debe tener un, mayor peso. No sólo España, sino Europa entera debe tener un mayor protagonismo en la Alianza Atlántica".

Para el jefe del Ejecutivo español, el tema más importante de la política exterior española "es que se culmine el proceso de integración en la Comunidad. Económica Europea, que también forma parte de un proceso de integración en ese sistema de seguridad colectiva, entendiendo seguridad en el sentido más amplio y general de la palablra".En otra conversación, mantenida el martes pasado en Madrid con los corresponsales italianos en España, y cuyo texto fue distribuido ayer a la prensa española, el presidente del Gobierno califica la cuestión de la participación de España en la OTAN como "la más definitoria de nuestra relación con el mundo exterior". Para Felipe González, su Gobierno "despejará el interrogante con cierta tranquilidad, en cierto tiempo".

A propósito de la audiencia concedida para el sábado por el papa Juan Pablo II, y preguntado por los problemas que su Gobierno está teniendo con la Iglesia en temas como la despenalización del aborto, la fámilia o la educación, Felipe González afirma que "la España de hoy es probablemente más sensible al mensaje social, avanzado, casi revolucionario de la Iglesia, que no al más conservador en materia de familia".

En otra pregunta sobre la situación interna del Partido Socialista Obrero Español y sobre la posibilidad de que él sea sustituido al frente de la secretaría general en el próximo congreso del partido, Felipe González comenta en sus declaraciones a la prensa italiana: "Es difícil que nadie señale quién puede ser la persona que se configure como número uno del partido en el futuro. Estos dos años de Gobierno son un buen período de reflexión para saber si tenemos que efectuar una separación total de la dirección del partido, que yo me resisto a creer que sea la fórmula más eficaz respecto al Gobierno, o no efectuarla".