El director del Museo de Bellas Artes de Santander renuncia a su cargo
Los enfrentamientos con el alcalde de Santander y la nueva delegada del Ayuntamiento en el Museo Municipal de Bellas Artes, así como las dificultades para proceder a una profunda renovación de la estructura de éste, son algunas de las claves de la dimisión irrevocable, y que ha sido aceptada ya, del director del museo santanderino, Fernando Zamanillo, quien será sustituido, provisionalmente, por uno de los funcionarios adscritos a la institución municipal.
Zamanillo, que durante cuatro años ha estado al frente del museo municipal, protagonizando una de las etapas más importantes de éste, con el aumento de fondos, la creación de nuevas salas y dando entrada a actividades artísticas no convencionales, había planteado recientemente el cierre temporal del museo, al objeto de restaurar la colección, en su opinión en muy mal estado, e introducir nuevas condiciones técnicas.
El cambio operado en la delegación municipal del museo, que tras las elecciones abandonó el escritor y concejal comunista, José Ramón Saiz Viadero -copartícipe en la tarea renovadora-, siendo sustituida por la concejala de la coalición de derecha, Carmen Carrión, contribuye a aumentar la soledad del director del museo.
En una reciente entrevista, Zamanillo insistía sobre una de las "espinas" que a lo largo de estos años le han enfrentado con el alcalde, Juan Hormaechea, quien, a pesar de sus requerimientos, mantiene el secuestro de algunos cuadros del museo, como es el caso del titulado La merienda, de la pintora cántabra María Blanchard, instalado en el despacho del edil.
Babelia
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