La producción de lúpulo, nuevo 'oro verde', bate otro récord

No es frecuente que un año climatológicamente anormal haya deparado a los cultivadores de lúpulo una cosecha récord -cerca de 2,8 millones de kilos-, que coloca la producción en un 20% por encima de la registrada enla campaña de 1982. Una sola empresa, que no ha extendido la contratación, monopoliza y controla rigurosamente el cultivo, convertido en oro verde por el encarecimiento de las importaciones. Incluso, según el último censo, de los 5.400.000 de plantas autorizadas, sólo son trabajadas en torno a cinco millones; todas en la provincia de León. Como ha descendido el consumo de cerveza, los excedentes serán guardados para los próximos años.

El lúpulo -planta trepadora, cuyas flores o motas son imprescindibles para aportar amargor y aroma a la fabricación de cerveza- no se conoció en España hasta la década de los cincuenta. La industria cervecera española, hipotecada por la total dependencia de lúpulos europeos, inspiró y proyectó la creación de una empresa que experimentara la adaptación y técnicas de cultivo de esta planta y controlara la producción. La Sociedad Anónima Española para el Fomento del Lúpulo sólo vería la intervención de la Administración agraria en el refrendo o modificación de plantas contratadas y la fijación de precios por campaña.Fue Navarra la primera tierra para la experiencia española del lúpulo; en alguna ocasión, introduciendo clandestinamente esquejes europeos, al carecer de licencia de importación. En los años siguientes el cultivo se ensayó en Galicia, Asturias, Santander, País Vasco y algo en Burgos. El supuesto rigor climático de León no hacía suponer que las riberas del Órbigo, Porma, Omañas, Tuero o Torío se acreditarían como las más idóneas para una mayor producción y calidad, especialmente indicadas para las variedades amargas Hallertau 3 y 7.

Concluye ahora con septiembre la tarea de recogida y secado, y la cosecha, a falta de un cómputo definitivo, se estima en más de 2.800.000 de kilos, un récord nacional que se registra en una sola provincia, al haberse arrancado en la pasada temporada las escasas plantaciones que aún se mantenían en La Coruña y Asturias.

Aunque no parece fácil que este despegue en la producción pueda ser totalmente absorbido por las cerveceras españolas, no parecen preocupar los excedentes, siempre que no superen los 150.000 kilos por campaña.

Para los agricultores de las riberas leonesas, el lúpulo se convirtió en un oro verde que trastocó la tradicional ordenación agraria: se cambiaron huertas por tendidos de postes y cuerdas. Carrizo de la Ribera y Hospital de Órbigo se convirtieron en las capitales de este oro verde, que el presente año reportará a la zona unos ingresos de 700 millones de pesetas, de los 1.400 en que se cifra la cosecha provincial. El aumento del precio -450 pesetas el kilo por término medio- y de la producción reflejan un 30% final de aumento en la rentabilidad del cultivo.

Nadie piensa ahora en la posibilidad de que la Sociedad Anónima Española para el Fomento del Lúpulo pudiera ordenar, como ocurriera hace algunos años, el arranque del 10% de las plantas para poder corregir los excedentes. Y al excedente previsto este año habría que sumar una ausencia de consumo de cerveza aún no cuantificado, al registrarse un verano fresco en la mitad norte de la Península, que no ha permitido cifrar el aumento anual previsto en las ventas de cerveza.

"No hay que asustarse", manifestaba a EL PAÍS José Manuel Arcenegui Siles, director de la Sociedad Anónima Española para el Fomento del Lúpulo. "Es necesario financiar esos excedentes para que en años próximos, cuando se produzcan los clásicos dientes de sierra, podamos corregir el déficit con el lúpulo que tengamos almacenado".

Competidores

En años pasados se podía ofertar el lúpulo norteamericano en torno a los tres dólares el kilo (270 a 300 pesetas), pero hoy los mismos tres dólares en que se mantiene el precio valen más de 450 pesetas, nivel similar al del lúpulo español. Para Arcenegui Siles, este precio, añadiendo seguros, aranceles y transporte, elimina teóricamente a Estados Unidos como competidor en la comercialización interior.El otro competidor, la República Federal de Alemania, ha visto, después de dos cosechas óptimas, una campaña regular tras la ola de calor sufrida en Europa. La depreciación de la peseta frente al marco protegerá también de la invasión de lúpulos alemanes occidentales, utilizados preferentemente para la fabricación de cervezas y cosechas especiales.

El lúpulo, que no es un cultivo conflictivo en las negociaciones españolas ante el Mercado Común, es, sin embargo, una tentación para la ordenación agraria en algunos entes autonómicos, y no se descarta la posible batalla entre las diferentes administraciones regionales de Agricultura que desearán implantar el cultivo en sus respectivos marcos autonómicos.

De hecho, el pasado año fue descubierta en Lérida una plantación ilegal, que contaba incluso con el permiso del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona).