Shamir promete acelerar la política de los asentamientos en Cisjordania
Isaac Shamir, primer ministro designado, ha asegurado a los dirigentes del partido Tehiya (ultranacionalista, anexionista) que el programa del futuro Gobierno en materia de colonización es idéntico al suyo. El anuncio de esta política, muy onerosa, coincide con un creciente temor popular a una ¡mediata devaluación."Shamir ha reiterado el compromiso de instalar cien mil judíos en Judea y Samaria (la Cisjordania ocupada), a un ritmo acelerado en los próximos años. Shamir nos ha dicho que la financiación y la extensión de la colonización judía tendrán prioridad en el programa del Gobierno", ha declarado la diputada Geulah, Cohen, líder del Tehiya.
Esta promesa de Shamir ha sido recibida con desagrado en medios de la oposición. "En el momento en que nuestra economía está al borde del desfallecimiento, cuando la Bolsa se hunde, cuando los grandes bancos se apiñan para pedir ayuda al Tesoro, cuando seis hospitales del Estado están a punto de cerrar porque no tienen para pagar la electricidad, el agua y otras necesidades, las palabras de Shamir parecen venir directamente del teatro del absurdo, manifiesta Amnon Rubinsteín, diputado del partido Shinuy (liberal). "Podría reír si fuera un espectador, pero tengo que participar en esta mala obra representada por actores incapaces y dirigida por un director que ha perdido la cabeza", dice Rubinstein.
Los israelíes, por cuarta jornada consecutiva, se precipitaron a los bancos para comprar dólares por temor a una inmediata devaluación de la moneda nacional, el shekel.
Son los pequeños ahorradores quienes vacían sus cartillas, venden sus obligaciones y liquidan todo para poder hacerse con los ansiados billetes verdes norteamericanos. Los económicamente fuertes, los grandes financieros y otros especuladores, ya hace tiempo que tomaron sus precauciones.
Para calmar a la opinión pública, el ministro de Finanzas, Yoram Aridor, ha declarado en televisión que no habrá devaluación y ha acusado a la Prensa de haber creado artificialmente el pánico. "Los periodistas hablan mucho, pero Aridor es un mentiroso. Tengo mucha más confianza en el dólar que en Aridor", decía una señora que hacía cola frente a la ventanilla de un banco para cambiar dólares.
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