Hissène Habré negociara con todos los chadianos "no manipulados por Libia"

El presidente de Chad, Hissène Habré, afirmó ayer en la cumbre franco-africana de Vittel (Francia) que está dispuesto a discutir con todos los chadianos "que no están manipulados por Libia". Françoís Mitterrand, por su parte, dejó entender claramente que excluye la división del país en dos. Todo dio hace pensar en una posible negociación que ponga fin a la guerra que desgarra al país desde que hace 20 años accedió a la la independencia.

La l0ª Conferencia de los Jefes de Estado de Francia y de África fue clausurada ayer en Vittel. Los problemas económicos de los 37 países asistentes, el Sáhara occidental (Hassan II no asistió por enfermedad y envió al príncipe heredero de Marruecos) y algunas cuestiones bilaterales estaban previstos como posibles temas de trabajo, pero la guerra de Chad dominó las 48 intensas horas de conversaciones.La ausencia de comunicado final dice bastante sobre la prevención con que son acogidas, las buenas palabras y los excelentes deseos manifestados en Vittel. Hisséne Habré parece haber salido confortado de la conferencia. El apoyo que le han manifestado los países francófonos más importantes lo legitima como presidente de su país. Pero sabido es que la solución del conflicto de Chad corresponde a Yamena sólo en un 50%. En Libia, en manos del coronel Muamar el Gadafi, se encuentra la otra mitad.

Los jefes de Estados de Congo, Guinea, Chad y Francia fueron quienes han tenido un papel más relevante sobre la cuestión de Chad en la conferencia. El presidente congoleño, Sassu Nguesso, viajó a Trípoli (Libia) antes de trasladarse a Vittel, y aseguró que Gadafi y el rival de Habré, el ex presidente Gukuni Ueddei, están decididos a negociar la paz sin condición previa alguna. El coronel libio retirará sus tropas el día que se creen las condiciones para el inicio de una negociación.

El presidente guineano, Seku Turé, que por primera vez participaba en este tipo de reuniones, aseguró, después de dialogar con Habré, que éste "está absolutamente dispuesto a discutir con todos los chadianos". Mitterrand se mostró excesivamente diplomático en opinión de varios de los africanos presentes. Muchos de estos países desearían que Francia condenara clara y duramente a Gadafi como agresor. Pero el presidente francés, en este caso al menos, prefiere mantener la política de la prudencia. No obstante, abogó abiertamente en favor de la integridad territorial de Chad, lo que desmiente a quienes sospechaban que el Gobierno socialista de París y Gadafi, en secreto, podían negociar un reparto de Chad.