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El arma del guardia civil que hirió a una joven en León se disparó sola, según Interior

El Ministerio de Interior rompió ayer con una nota oficial el silencio que mantuvo durante tres días sobre el suceso registrado el sábado en León, en el quela joven Felisa de la Varga, de 19 años, resultó gravemente herida por un disparo de un miembro de la Guardia Civil, cuando se encontraba de madrugada con su novio en el interior de un coche. En la nota se anuncia que el guardia civil autor del disparo ha del servicio ha sido puesto a disposición judicial y apartado del servicio y se da una versión de los hechos, según la cual el agente cayó al recibir el impacto de una piedra o un bote, momento en el que "el arma reglamentaria que portaba (un subfusil) efectuó una ráfaga de tres disparos"

El número de la guardia civil permanecerá apartado del servicio mientras se instruye el sumario que determinará los hechos ocurridos el pasado sábado.La publicación de esta nota oficial ha provocado un enfrentamiento entre el Ministerio del Interior y el gobernador civil de León, que discrepa de la versión dada por la Guardia Civil. Según el Ministerio del Interior, los hechos ocurrieron así:

"Una patrulla rural de la Guardia Civil de servicio nocturno, localizada en un camino conocido con el nombre del Vago, próximo a la localidad leonesa de Villaquilambre, observa un vehículo que, con las luces apagadas, permanecía estacionado en el mismo. En una práctica habitual de identificación, uno de los dos guardias que integran la patrulla se aproxima al turismo con una linterna en la mano, lo que le permite ver su matrícula (B1-9345-E).

El conductor del vehículo, creyendo que se trataba de unos delincuentes, pretende huir del lugar, momento en el que el agente saltó hacia atrás sobre sí mismo

Según declaraciones del conductor, el vehículo permanecía con la marcha atrás, lo que motivó una extraña maniobra del coche al ponerse en marcha e inmediatamente corrigió su dirección, hasta llegar donde se encontraba el guardia. Ante el agente, giró bruscamente lanzando, en el derrape, sobre él alguna piedra y quizá alguna lata, al tiempo que éste, en su retirada, para evitar ser arrollado, según sus propias palabras, cayó al suelo.

En este momento, siempre de acuerdo con sus declaraciones, el arma reglamentaria que portaba ( un subfusil ) efectuó una ráfaga de tres disparos.

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El turismo, mientras tanto, continuó brevemente su marcha sin luces, hasta colisionar con el pretil de un canal existente a unos 30 metros de distancia".

José Luis Otero, novio de Felisa de la Varga, dio ayer a EL PAIS una versión más simple de la "extraña maniobra del coche": "Vimos que llegaba un coche y se paraba delante de nosotros con la luz larga. Nos pusimos muy nerviosos porque creímos que podían ser merodeadores, delincuentes. Entonces arrancamos con el coche. Dimos marcha atrás y luego la vuelta para irnos en dirección opuesta a la del otro coche. Dimos la vuelta y nos fuimos . Y ya en el camino, cuando íbamos saliendo, oímos unos golpes. No supimos que eran disparos hasta que ella se quejó al ver la sangre".

Por su parte el gobernador civil de León, Antonio Hernández, manifestó a Europa Press que la nota oficial hecha pública por el Ministerio del Interior "constituye el criterio de la Guardia Civil, pero no el del Gobierno Civil". En su opinión el hecho pudo haberse evitado. La reacción del Ministerio del Interior fue en esta ocasión inmediata: "La puntualización o autojustificación del gobernador civil está de más, ya que en la nota se observa claramente que se trata de la versión facilitada por la Guardia Civil", manifestó un portavoz.

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