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Un grupo de mujeres que pedían aborto libre, disuelto por la policía frente al Congreso

Un grupo de unas 25 mujeres, que exigían aborto libre y gratuito frente al palacio del Congreso de los Diputados, fue disuelto violentamente ayer tarde por la Policía Nacional, que, actuando a requerimiento del presidente de la Cámara, Gregorio Peces-Barba, retuvo a la mayor parte de las manifestantes, entre las que se encontraba la ex concejala comunista Cristina Almeida.La llegada de Peces-Barba al Congreso, con media hora de retraso con relación a la hora fijada para el comienzo del pleno que iba a discutir el proyecto de ley sobre despenalización del aborto en ciertos casos, supuso el fin de la manifestación de las abortistas, dos de las cuales portaban una pancarta firmada por el comité de Lesbianas. Peces-Barba ordenó a las tuerzas de orden público que, por razones de seguridad, disolviesen al grupo de mujeres, cosa que realizaron en medio de algunos insultos, recogidos por informadores de radio, tales como "vosotras sí que sois unos abortos". El presidente del Congreso alegó la prohibición legal de que se celebren manifestaciones mientras está reunido el Pleno de la Cámara.

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La mayor parte de las manifestantes fueron introducidas en camiones policiales, aunque posteriormente, por orden del ministro del Interior, José Barrionuevo -a quien se vió notablemente contrariado en su escaño azul- salieron en libertad.

"Tiene mucha gracia. Nos dicen que Alfonso Guerra se ha cabreado por nuestra detención, pero siempre hay uno que se cabrea y otro que da la orden y prevalece el que da la orden", dijo ayer Carmen Roney, miembro del Comité Central del PCE y diputada regional por Madrid, traspasar por la Comisaría de la calle Huertas, adonde fue conducido el grupo.

Tanto Carmen Roney como la abogada Cristina Almeida y la militantes feminista Empar Pineda coincidieron en resaltar el trato que recibieron las mujeres por parte de la Policía Nacional, cuyos agentes las metieron en los coches entre golpes y empujones, y profirieron frases insultantes contra ellas, como "sois todas unos abortos". Empar Pineda dijo que "Peces-Barba debería considerar la gravedad de su orden como restricción a la libertad de expresión, como le pedimos en una nota que hoy no hemos conseguido hacerle llegar, y aclarar si dijo a la Policía Nacional que nos detuviera a patadas y tirones de pelo o si era orden suya el que dentro del coche nos amenazaran con sacar la ametralladora si no nos callábamos".

"Un policía", terminó Cristina Almeida, "ha dicho que si no nos sabíamos la Constitución, que ésta amparaba su libertad para decirnos que nos fuéramos de allí. He tenido que contestarle que me sabía muy bien la Constitución, porque yo luché por ella". 'Es, sin duda", añadió Carmen Roney, "un error grave, porque los socialistas están intentando que la ley pase inadvertida y hechos como éstos no contribuyen, precisamente a ello".

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