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El Centro Dramático Nacional inicia la labor de reconstrucción de sus objetivos

El Centro Dramático Nacional inicia esta temporada su proceso de reconstrucción, dirigido por Lluís Pasqual, en un escenario ampliado desde el teatro María Guerrero hasta la sala Olimpia de Madrid. Esta sala, escenario constante de una programación vanguardista, pasará a convertirse en la sala alternativa del centro, en la que se ensayarán todas las nuevas formas de expresión teatrales. Con nuevo horario (20.30 horas) y nuevos descuentos (50% para estudiantes y jubilados, los miércoles), la temporada oficial se abre el 8 de octubre con una gran representación festiva de Els Comediants en el parque del Retiro.

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Un programa festivo y vanguardista

Lluís Pasqual, quien esta temporada se estrena como director del Centro Dramático Nacional, señaló ayer, en su primer encuentro formal con los periodistas, que más que de programación prefiere hablar de ensayo con, el que él pretende saber en qué puede consistir, en 1983, el teatro nacional. "El teatro, al igual que el Estado español, está en una etapa de reconstrucción, y por eso, el modelo de la década de los sesenta ya no sirve. Hay una neura por el teatro, por lo que no se sabe cuál puede ser el lugar escénico. Nosotros vamos a tener una programación más convencional en el María Guerrero y los ensayos de las nuevas formas y espacios las vamos a hacer en la sala Olimpia".Pero al margen de la declaración filosófica con la que Pasqual inicia su primera temporada, ésta contiene algunas novedades respecto a las anteriores etapas. Después de la inauguración festiva en el parque del Retiro, el 13 de octubre se estrena en el María Guerrero La vida del rey Eduardo II de Inglaterra, de Marlowe. Dos días antes, en la sala Olimpia, Els Comediants estrenan en Madrid Apoteòsic sarao de gala de Totil I Tocatdelata.

Sirera, Chaplin, Valle

Posteriormente, se estrenarán El venero del teatro, de Rodolf Sirera; El circo imaginario, de Víctoria Chaplin; Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela, y Luces de Bohemia, de ValleInclán. El Piccolo Teatro de Milán cerrará la temporada.Simultáneamente a las representaciones teatrales, el Centro Dramático ofrecerá recitales de poesía, conciertos musicales y charlas coloquio relacionados con la obra teatral que se esté representando. Lluís Pasqual explica que con esta actividad paralela se pretende enriquecer la visión cultural del acontecimiento teatral que la pieza representada pretendió o pretende aportar.

Descentralización

La descentralización de la actividad cultural financiada por el Estado se va a estrenar también esta temporada. Aunque aún no hay un programa definido, gran parte de las obras del cartel de la temporada recorrerán algunos escenarios situados fuera de la capital de España."Esa descentralización no se va a quedar sólo en las representaciones, sino que, a veces, hay iniciativas fuera de Madrid que no pueden acometerse por falta de medios técnicos. Nosotros vamos a intentar suplir esas deficiencias y a facilitar todo aquel material humano o técnico que esté a nuestro alcance".

Lluís Pasqual concluyó insistiendo el carácter abierto de la programación y señalando la ausencia de las culturas más vanguardistas. "Alguien va a criticar que no hayamos prestado atención a las formas de expresión punkie. Y a mí, personalmente, me hubiera gustado contar aquí con la presencia de gentes como Almodávar. Pero hay que elegir y ser conscientes de las limitaciones".

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