Superadas las diferencias entre el Gobierno regional y Alianza Popular

El debate en la Asamblea Regional de Cantabria de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos de la comunidad autónoma para 1983, presentada por los grupos parlamentarios socialista y mixto-regionalista, y su rechazo en el transcurso de la sesión celebrada en la tarde del pasado lunes, pusieron de manifiesto el fin del enfrentamiento entre el Ejecutivo cántabro y los diputados regionales de AP del Grupo Popular. A este entendimiento contribuyó decisivamente la mediación de Fraga.

Socialistas y regionalistas, que incidieron en la "necesaria" devolución del proyecto de presupuestos presentados por el Gobierno cántabro al considerar que adolecían de "graves" defectos de orden político, formal y jurídico, al tiempo que criticaba su escaso potencial inversor y el fomento de una importante burocracia, vieron rechazadas sus enmiendas por los votos del Grupo Popular, mayoritario en la Asamblea y sobre cuya coherencia interna se había especulado reiteradamente en las últimas semanas. Las reuniones mantenidas en Madrid entre el presidente regional cántabro, José Antonio Rodríguez y Fraga a la seguiría una segunda entre éste último y los principales dirigentes de AP de Cantabria, fueron decisivas.