Fuerte aumento, impositivo y disminución de cotizaciones sociales, instrumentos de las "prioridades socialista"

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 1984 intentan no sólo "atender las, necesidades más perentorias" derivadas de la crisis económica, sino que "las atenciones se orientan más hacia las necesidades que el Gobierno considera más prioritarias, hacia las prioridades socialistas, puesto que el margen de maniobra se amplía", manifestó ayer el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, en la presentación del correspondiente proyecto de ley. El ministro había llevado antes toda la documentación presupuestaria, al Congreso. Con estas palabras, el ministro diferenciaba el presupuesto del año próximo respecto al actual, calificado "de transición". El presupuesto del Estado, que ha cambiado sustancialmente su estructura, para incrementar el rigor del gasto público, totaliza unos ingresos de 4,068 billones de pesetas, unos gastos de 5,399 billones y un déficit consiguiente de 1,331 billones, para lograr que éste se sitúe en un 5,5% del Producto Interior Bruto (PIB) medio punto porcentual menos que el previsto al cierre de este año.

La filosofía del proyecto se caracteriza por la austeridad en el gasto público, particularmente en los gastos de funcionamiento (las retribuciones de los funcionarios crecerán un 6,5%); la selectividad en la orientación de la. inversión pública; el aumento importante de gastos asistenciales (especialmente en desempleo, fomento de empleo y aportación a la Seguridad Social); el incremento de la presión fiscal en un punto, apoyada fundamentalmente en la imposición sobre las personas físicas; la contención del déficit a tasas inferiores a la media de los países de la OCIDE; y su financiación no inflacionista, mediante la drástica reducción del recurso al Banco de España.El objetivo fundamental, la contención del déficit público, se entiende como un instrumento básico de la política económica del Gobierno: "El déficit no es, en sí, la fuente de todos los males", indicó Boyer, "pero en las actuales circunstancias, en que se eleva al 6% del PIB y después de haberse casi duplicado entre 1980 y 1982, hay que reducirlo porque sino, la financiación a la economía no pública sé reduciría". Miguel Boyer concretó este aspecto señalando que si el déficit se mantuviese en la tasa de este año, la financiación al sector privado se incrementaría sólo un 3%, lo que se quiere evitar, porque el objetivio básico del Gobiemo es relanzar la inversión privada" para conseguir la creación de empleo, a lo que se espera que coadyuve la mejora del entorno internacional -descenso de tipos de interés- y la moderación salarial.

Cifras globales

Según la metodología expuesta por Boyer, los Presupuestos Generales del Estado de 1984 se presentan constituidos por. los presupuestos del Estado, de los organismos autónomos administrativos y de los organismos autónomos de carácter comercial, industrial y financiero. El presupuesto del, Estado totaliza gastos por 5,399 billones de pesetas, ingresos por 4,068 billones, un déficit presupuestario de 1,33 billones y un déficit no financiero de 1,051 billones.

Los presupuestos de los organismos autónomos . administrativos totalizan un importe de gastos de 1,367 billones, financiados por unos ingresos equivalentes, de los cuales 672.697 millones provienen de transferencias del presupuesto del Estado. Los presupuestos de los organismos autónomos comerciales, que totalizan un importe de 2,325 billones de pesetas de gastos, están financiados por unos ingresos equivalentes, de los cuales 295.128 millones también provienen de transferencias del presupuesto del Estado. El presupuesto consotdado del Estado y sus organismos autónomos asciende a 7,519 billones de pesetas, en los cuales, si se agrega el presupuesto de la Seguridad Social, -se alcanza la cifra de 9,9 billones de pesetas, incluido el conjunto de las operaciones financieras.

Según el ministro, el presupuesto del Estado para 1984 supone un incremento del 19,64% sobre el presupuesto inicial del año anterior, incremento que se reduce al 16,67% si se considera el presupuesto del Estado conjuntamente con el de los organismos autónomos. "Eri lo referente a los ingresos públicos", afirmó Boyer, "hay que resaltar que se produce una disminución de las cotizaciones sociales, con objeto de abaratar la mano de obra y producir empleo, al tiempo que de forma compensatoria se incrementan los ingresos del Estado. Este aumento se debe, en parte, a los efectuados en el impuesto sobre la renta, especialmente a las rentas más altas y en impuestos sobre el consumo. En su mayor parte, el aumento previsto en el ejercicio será consecuen cia de la lucha contra el fraude y, por tanto, una mayor distribución de la carga".

Boyer recalcó que los presupuestos de 1984 inician el, proceso de reforma presupuestaria a que se había comprometido el Gobierno. Por primera vez,-los presupuestos "se han construido y se plantean como presupuestos por programas".

Instrumento de política económica

El ministro subrayó la in strumentación de los presupuestos para encajar una política económica general cifrada en los siguientes puntos: reducción del. déficit público al 5,5% del PIB; la mejora del ahorro público; un aumento de la proporción de ingresos, de origen impositivo y una disminución de las cotizaciones sociales con el fin de. reducir los costes laborales, de las empresas; una desaceleración de los costes de funcionamiento de las administraciones públicas; una desaceleración de las subvenciones de explotación con respeto a 1983, si bien su incremento, en términos absolutos, constituye una necesidad objetiva inevitable en la crisis; incremento de las ayudas sociales a familias, vía desempleo y otras prestaciones sociales; incremento de las transferencias del Estado a la Seguridad Social, hasta financiar el 20%- de los recursos totales de dicho subsector; y un mantenimiento del nivel necesario de la inversión pública compatible con un déficit público en descenso.