El congreso de teología denuncia la justificación de la guerra y la violencia por los cristianos
El teólogo Jose Mª Castillo, de la asociación Juan XXIII, denunció durante la sesión de apertura del III Congreso de Teología, la justificación del uso de la violencia y la guerra por parte de los cristianos. "Hemos legitimado", añadió, "la violencia y las guerras, la pena de muerte y hasta la tortura. Y no sólo hemos legitimado estas cosas, sino que las hemos practicado ampliamente".Castillo, cuya obra La alternativa cristiana fue en su día objeto de denuncia por un miembro del ex Santo Oficio, estaba flanqueado por uno de los cinco obispos españoles mas jóvenes, el auxiliar de Bilbao Juan Maria Uriarte, de 50 años; por el catedrático y economista Angel Viñas y por varios teólogos entre los que se encontraban el ex jesuita Díez Alegría y el pastor evangélico francés y teólogo de la liberación, Georges Cassalis. Carlos Alonso, que cambió la política municipal de su antiguo partido, el PCE, por una labor en favor de la paz y el desarme, dijo que "la mas sólida esperanza de evitar esta perspectiva de guerra se encuentra en el desarrollo de una corriente de opinión pública mundial que cierre el paso a un conflicto bélico nuclear".
Aun estaba reciente en el salón de actos el fragor de la batalla de Beirut, el silbido de las esquirlas de metralla y la visión de matanzas de civiles por las fuerzas cristiano-falangistas en Líbano -trasladadas al congreso por las imágenes de la película Circulo de engaños, del director alemán Schlondorf- cuando hizo su aparición el primero de los militares que debía intervenir en este Congreso de Teología Cristianos por la paz. Fernando de Salas, coronel de Infantería en la reserva y rector de la sociedad de estudios internacionales, no se había visto jamas "ante una situación parecida". El coronel esperaba participar en una mesa redonda con cinco interlocutores cuando se vió sobre una tarima y ante mas de mil doscientas personas integrantes en su mayoría de comunidades cristianas de base, cristianos por el socialismo y movimientos pacifistas.
Junto a Fernando de Salas estaban el ex comandante Luis Otero, expulsado del Ejército de Tierra -"contra mi voluntad"- por su pertenencia a la Unión de Militares Demócratas (UMD) y el teólogo canario Felipe Bermúdez, del grupo TERECA (Teología de las realidades canarias). Salas pidió un vaso de agua, ordenó sus apuntes, hizo referencia a sus eruditos trabajos sobre el tema OTAN -objetivo del debate- y contestó a una incruenta, y a veces ingenua, andanada de preguntas.
El coronel y ex profesor del Centro de estudios superiores de la defensa nacional (CESEDEM) recordó que la creación de la OTAN se había hecho "por miedo a las importantes anexiones territoriales soviéticas tras la segunda gran guerra, cuando millones de habitantes y miles de kilómetros cuadrados de Finlandia, Polonia y Rumania quedaron bajo su jurisdicción". Apuntó que, "por primera vez en la historia de la humanidad las alianzas militares se han formado en tiempos de paz" y destacó la presencia de socialistas como el presidente belga Paul Henry Spaak, luego presidente de la OTAN, como impulsores principales en la creación de la Alianza Atlántica. Salas citó a Clemenceau cuando dijo que "la guerra es una cosa demasiado seria para dejarla en manos de los militares" y destacó el giro que la Union soviética ha dado a la sentencia al formar un comité de decisión formado al cincuenta por ciento por civiles y militares. "En este caso" añadió, "los soviéticos , creen que la guerra es una cosa demasiado seria para dejarla sólo en manos de los civiles"
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