Una 'S', un año

La razón que me lleva a escribir esta carta no es otra que la sorpresa que me causó el hecho que días pasados me ocurrió en una de las famosas ventanillas. La tal ventanilla era la de la secretaría de la facultad de Derecho de la universidad Complutense, donde me personé a recoger mi título de licenciada después de un año de espera. Después de presentarle a la señorita que me atendía todos los requisitos precisos, y cuando iba a proceder a darme el ansiado título, hete aquí que se apercibe de que en el mismo hay un error. En efecto, a mi primer apellido le había sido añadida una ese final que no correspondía, y cuando yo esperaba escuchar aquello de vuelva usted mañana se me obsequia con un "Vuelva usted el año que viene". Se puede figurar que me quedé atónita, y cuando interrogué para saber el porqué de tan larga espera, la señorita me dijo que semejante error (que en modo alguno me era imputable) suponía el inicio del trámite desde el principio. Lo que es el progreso. Al parecer, en tiempos de Larra esto costaba un día de trabajo. Ahora una ese cuesta un año. Será por la inflación. /