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El arzobispo de Pamplona califica la situación de "espectáculo bochornoso"

De "escándalo público lamentable" y de "espectáculo bochornoso del que se habla entre nosotros y en toda España", calificó ayer en su homilía el arzobispo de Pamplona, José María Cirarda, la situación en que en estos momentos se encuentran sumidas las instituciones navarras, paralizadas desde hace meses. Cirarda señaló además en su homilía, pronunciada con ocasión de la ofrenda de la Diputación Foral a Santa María la Real, que "dimes y diretes de los partidos políticos les han imposibilitado formar un nuevo Gobierno de nuestro buen pueblo navarro".

"Nos encontramos", afirmó monseñor Cirarda en su plática -que ha causado malestar en determinados círculos políticos navarros-, "en medio de un escándalo público lamentable. Las duras palabras de unos contra otros, la impresión de que intereses personales o partidistas se sobreponen a los del bien común, y el consiguiente estancamiento de la gobernación de Navarra, tiene bloqueada nuestra vida política y nos han convertido en espectáculo bochornoso, del que se habla entre nosotros y en toda España con palabras que hacen daño a nuestro prestigio y al de nuestras instituciones forales, de las que Navarra se mostró siempre orgullosa".

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José María Cirarda recordó las "circunstancias bien difíciles de nuestra vida económico-social y cívica", y en este sentido apuntó que "pasa ya de 20.000 el número de nuestros conciudadanos navarros en paro". La crisis industrial", añadió, "afecta a muchas de nuestras empresas. Duras inundaciones han dañado gravemente, hace menos de un mes, pueblos muy queridos del noroeste navarro. Y mientras tanto, vos, señor presidente", dijo refiriéndose al presidente de la Diputación, Juan Manuel Arza, "con vuestra corporación foral, ocupáis vuestro puesto de servicio de modo provisional".

Intereses personales

"Atender a cualesquiera intereses personales y partidistas por encima de los que hacen relación al bien común del pueblo", recalcó luego, "es una falta grave. Y es triste tener que reconocer que son muchos los que piensan que la situación política que venimos lamentando en Navarra no puede explicarse sino en esa clave". Monseñor Cirarda se preguntó más adelante: "¿No están siendo primados intereses particulares sobre los generales? ¿No estamos perdiendo fuerza en quisicosas cuando están en juego gravísimas cuestiones de cuya solución dependen muchas cosas importantes?".Ante esta situación el arzobispo de Pamplona manifestó que nada se conseguiría si todo se fuera en baldíos comentarios y murmuraciones. "A los políticos, como tales, y a los ciudadanos todos en nuestra propia condición, nos urge el deber de avivar la conciencia de la gravedad de la hora; y actuar en consecuencia para que el bien común domine cualesquiera otros intereses, que se convertirían en malos, por legítimos que fueran en abstracto, en la misma medida que dañaran los intereses generales del pueblo", señaló.

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José María Cirarda concluyó su homilía pidiendo a Santa María la Real "que alumbre nuestra esperanza para que superemos la turbación que hoy vive nuestro pueblo, para que acertemos a abrir nuestras fuerzas en la resolución de nuestros problemas con el esfuerzo conjuntado de todos en el amor a Navarra".

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