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George Bush critica en Argel las alianzas entre los 'no alineados' y el bloque comunista

El vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, formuló ayer en Argel una violenta crítica del bloque oriental, a propósito de las "alianzas naturales" entre el Este y una parte de los países no alineados. Al tiempo, el dirigente norteamericano elogió la política exterior de Argelia, con la que Washington espera, según dijo, elevar muy sustancialmente el nivel de sus relaciones económicas

MANUEL OSTOS, Argel

MIRET MAGDALENA

El discurso de Bush tenía como objetivo explicar la política que pretende seguir Estados Unidos con los países del Tercer Mundo, sobre todo en materia de cooperación económica. Pero la crisis actual de las relaciones americano-soviéticas y el reciente derribo del avión surcoreano por cazas de la URSS ha prevalecido sobre otras consideraciones, aun a riesgo de herir la sensibilidad argelina a propósito del movimiento de países no alineados.El vicepresidente norteamericano no ha regateado alabanzas a Argelia en su discurso. Tras resaltar que era lógico que fuera en Argel donde pronunciara el único discurso político de su gira magrebí, Bush admitió que, aunque Argel y Washington mantienen posiciones diferentes sobre diversos temas internacionales, nunca han sido adversarios, lo que debe interpretarse como un reconocimiento de Estados Unidos "a las concepciones básicas del orden mundial" compartidas por Argelia.

Pragmático, Bush diría textualmente: "Los negocios son los negocios, y con Argelia estamos dispuestos a cooperar en todas aquellas áreas en las que nuestros intereses coinciden", para añadir que Estados Unidos rechaza la teoría de una alianza natural entre el no alineamiento y el bloque soviético. "En términos de libertad y oportunidad económica, yo creo que el Oeste es el que puede ofrecer más a las naciones del Tercer Mundo", añadió el número dos de la Casa Blanca.

Este contra Oeste

Después de este preámbulo, el dirigente norteamericano se lanzó de lleno al terreno del enfrentamiento político Este-Oeste, aludiendo a Afganistán, pero evitando criticar directamente a Moscú. Los argelinos, posiblemente, esperaban que Bush hiciera alguna referencia al Sáhara occidental. Pero, en vez de eso, el vicepresidente dijo que "ellos (los que han derribado el avión surcoreano) han amenazado con volver a hacerlo, sin manifestar ningún sentimiento de tristeza o remordimiento. Al parecer no le dan a la vida humana el mismo precio que nosotros".

"Déjenme formularles una pregunta: ¿su país derribaría un avión comercial, lleno de hombres, mujeres y niños inocentes, sea cual fuera la razón invocada? Seguro que no. Ni ustedes ni nosotros los haríamos... Un país que muestra tal desprecio por las reglas elementales del comportamiento internacional y las consideraciones humanitarias más fundamentales debilita la seguridad de todas las naciones y sabotea toda perspectiva de paz".

Si el discurso de Bush ha sido inesperado, por la violencia de sus críticas a la URSS (aunque una versión inicial del texto, mucho más violenta para Moscú, fue modificada a última hora, tal vez para no herir demasiado al auditorio argelino), también ha suscitado sorpresa por la vaguedad de los propósitos con relación a la política de Estados Unidos en el Tercer Mundo.

Mención aparte debe hacerse de las palabras "satisfacción y honor", empleadas por George Bush para definir el estado de las relaciones de su país con Argelia, así como los eleogios a la habilidad diplomática argelina en la solución de la crisis de los rehenes norteamericanos en la embajada de Irán.

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