Los restos de la estatua de Franco en Valencia, punto de cita de grupos ultraderechistas
El pedestal en que estaba situada la estatua ecuestre de Franco en la plaza del País Valenciano, de Valencia, continúa revestido de banderas españolas, retratos de Franco y flores, junto a inscripciones como Caudillo, te vengaremos. Los restos del monumento que, según manifestó el alcalde, serán retirados esta misma semana, continúan siendo punto de cita de grupos de ultraderechistas, en ningún momento superiores al medio millar, que con frecuencia entonan el Cara al Sol y otras canciones de parecido carácter.
Algunos vehículos, con instalación de megafonía y retratos del general Franco, recorren periódicamente las calles del centro de Valencia para protestar contra la retirada de la estatua. Según una fuente municipal, el ayuntamiento ha denunciado estas actividades ya que los automóviles carecen de autorización y es presumible que sean sancionados con multas. La Policía Nacional ha intervenido en varias ocasiones para disolver los grupos que se forman en torno al pedestal de la estatua de Franco y ha llegado a emplear lanzamiento de pelotas de goma.La alcaldía del Ayuntamiento de Valencia difundió ayer una nota oficial en la que señala que "la causa principal de la demora" en la retirada de la estatua ecuestre del general Franco situada en la plaza del País Valenciano, que se dilató casi durante 11 horas, hay que buscarla "en las repetidas agresiones de que fueron objeto los trabajadores por un grupo de ciudadanos violentos".
Por su parte, la comisión ejecutiva comarcal de Valencia del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) difundió ayer otra nota oficial en la que manifiesta su apoyo "a la decisión política adoptada por el grupo de concejales y, de forma especial, a la persona del alcalde, en cuanto han sido ejecutores de un acuerdo adoptado por esta institución democrática". Con ambas opiniones oficiales se responde a las acusaciones vertidas el día anterior por la Coalición Popular contra los socialistas, de haber actuado con irresponsabilidad y haber generado una provocación que dio lugar a un enfrentamiento entre valencianos.
El alcalde, Ricard Pérez Casado, manifestó ayer a EL PAIS que no piensa dimitir, como ha solicitado la Coalición Popular, "porque cientos de miles de ciudadanos han apoyado mi gestión, que además ha sido explícitamente refrendada por mi partido". Pérez Casado añadió que poco después de que finalizara la retirada del monumento solicitó la apertura de una investigación, por si se pudiese detectar alguna negligencia en las tareas desempeñadas por funcionarios municipales en la operación.
Cabe señalar en relación con ello que en algún momento la Policía Municipal se negó a actuar ante las agresiones que protagonizaban grupos de extrema derecha.
El Grupo Popular del ayuntamiento solicitó que se abriese una investigación mediante una moción que se debatirá hoy en la comisión permanente municipal.
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