Detenidos en La Coruña dos miembros de los GRAPO que mantuvieron como rehenes a varios empleados de un banco

Dos miembros de los GRAPO, Alfonso González Cambeiro y Carmen Cayetano Navarro, los más buscados de ésta organización terrorista por la policía en los últimos meses, se entregaron ayer en La Coruña, tras permanecer casi seis horas encerrados en una entidad bancaria, tomando por rehenes a varios empleados, tras frustrarse el atraco por una diligente intervención policial. Al ser sorprendidos en la puerta de salida, los terroristas efectuaron dos disparos, sin llegar a causar víctimas.

La policía identificó a dos posibles cómplices del llamado comando Galicia-Asturias, que presuntamente colaboraron en la acción corno Teresa Jesús González Rodríguez, compañera de Cambeiro, y Mercedes Padrós Colominas. Al aeropuerto coruñes de Alvedro se había desplazado una dotación de los GEO, que no llegaron a intervenir, y el propio presidente del Gobierno se interesó por el desarrollo del suceso, en una conversación con el gobernador civil.A la hora habitual de los programas de información local, sobre las diez de la mañana, los coruñeses, que conectaban su radio se sorprendían con una entrevista en directo nada usual: los asaltantes a una sucursal del Banco Exterior de España, en el número 163 de la Avenida de Finisterre, una de las vías más populosas de la ciudad, completamente rodeada ya por la policía, se identificaban como Alfonso González Cambeiro y Carmen Cayetano Navarro, militantes de, los GRAPO, e insistían en su condición de activistas políticos, exigiendo como única condición para deponer las armas y liberar a los rehenes, "que nos traten como tales y que no nos torturen".

Tras ir dejando en libertad a tres rehenes mujeres, la mediación de un abogado coruñés, Ricardo García Míguez, que se ofreció voluntariamente, permitió concretar más sus condiciones: el gobernador civil debía trasmitir una mensaje radiofónico por el que se garantizaría la asistencia de dos abogados, el mediador y el vigués Xesus Sanxuas, durante el tiempo de la detención en Comisaría, por la aplicación de la ley antiterrorista, con visita médica siempre que lo requireran.

El gobernador, Domingo Ferreiro, habló por la radio a las 13.36 horas y pocos minutos después los dos GRAPOS eran introducidos en sendos coches patrulla. El numeroso público que se congregó en las inmediaciones irrumpió entonces en aplausos y voces, dándole al suceso unos caracteres de espectáculo que las propias autoridades, que habían pedido a las gentes que permanecieran en sus domicilios, calificaron de morboso.

"Esto es un atraco, abra la puerta del banco". Al tiempo que le encañonaban, dos jóvenes mostraron un folio con esta leyenda al conserje de la sucursal bancaria número 2 del Banco Exterior de España. Eran las 7,50 horas y el asalto había tenido lugar a unos 100 metros del edificio. En la puerta esperaba va la encargada de la limpieza, quien no sospechó nada creyendo que la pareja era conocida del conserje. Una vez en el interior, estos dos empleados y los que fueron llegando sucesivamente eran obligados a arrojarse al suelo.

Atraco frustado

La caja era de apertura retardada y los atracadores tuvieron que esperar hasta las nueve. Todo sucedió entonces vertiginosamente. Después de llenar con dinero una bolsa de plástico y cuando se disponían a huir fueron sorprendidos por la presencia, en la misma puerta de salida, de una dotación del 091. Cambeiro hizo fuego con su pistola marca FN, calibre 7,65. Alcanzó al sargento José González López, que sólo resultó superficial mente herido al ser protegido milagrosamente por el cinturón, y rozó también a un cabo. Inmediatamente, regresó al interior de la entidad junto con Carmen Cayetano.

Tanto García Cambeiro, nacido en un barrio de Vigo hace 26 años a quien la policía considera implicado en los asesinatos en la propia Coruña de los guardias civiles Ricardo López Castiñeiras y Plácido Pedreira, como Carmen Cayetano, próxima a cumplir los 29 y natural de Algeciras, casada con Ángel Collazo Araujo, un histórico de los GRAPO, actuaron a cara descubierta, aunque disimulaban sus rasgos con una peluca.

Antes del testimonio de la primera rehén, los propios protagonistas habían revelado ya su identidad por la radio. Desde las 9,20 horas, totalmente acorralada la zona con un gran despliegue de la Policía Nacional, que aplazó una huelga de celo convocada para ayer y hoy por el Sindicato Unificado de Policía, el gobernador civil y el jefe superior de Policía de La Coruña, dirigían desde un comercio contiguo al banco toda la acción policial. En el interior de la entidad, un funcionario del Cuerpo Superior se mantenía en constante contacto con los dos secuestradores. El ministro del Interior y, en un momento determinado, Felipe González, fueron informados de las incidencias del suceso.

El abogado dialogó en dos ocasiones con los atracadores, llegándose, por fin, al compromiso que permitió un final feliz, dentro del dramatismo, "sin que cediéramos a ningún chantaje", en palabras del propio gobernador. A los pocos minutos, la policía descubría un piso franco, no muy lejos de la entidad bancaria, donde se ocuparon fundas para armas de fuego, varias pelucas y postizos, así como abundante propaganda de la organización terrorista.