El ministro de Defensa, emplazado a respaldar o desautorizar el viaje a Suráfrica del general Ascanio

El ministro de Defensa, Narcís Serra, tendrá que respaldar políticamente al teniente general Ramón Ascanio Togores, jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), que inició el. pasado día 1 una visita a Suráfrica invitado por su colega, el general J. Geldenhuys, o proceder a desautorizarlo. La vía intermedia intentadá por fuentes del departamento de negar carácter oficial al viaje, vehiculada a través de la agencia Europa Press, resulta, según los observadores, poco convincente.La rectificación, que desmentía la primera información de la agencia Efe, se produjo con seis días de retraso y es interpretada como una respuesta a la nota de "extrañeza" emitida 72 horas antes por el secretariado del PCE, donde se anunciaba la formulación de una pregunta en el Parlamento.

Medios solventes aseguron que el viaje del general Ascanio sorprendió al titular de Defensa, y precisan que Narcís Serra tuvo la primera noticia cuando el jefe del Estado Mayor del Ejército se encontraba ya a bordo del avión que había de llevarle hasta Pretoria. El reconocimiento oficial de esta secuencia de hechos pondría en cuestión el control efectivo del ministro sobre los altos mandos de las Fuerzas Armadas en cuestiones que inciden en el área de las relaciones exteriores. La visita del JEME se valora en medios parlamentarios como especialmente inoportuna para el Gobierno socialista, que en todas sus intervenciones en los foros internacionales y en los comunicados conjuntos que ha suscrito en ocasión de encuentros bilaterales con países africanos no ha dejado de manifestarse en términos de gran dureza para el régimen racista de Suráfrica y su política discriminatoria, condenada reiteradamente por las Naciones Unidas.

Además se recuerda que el 24 de julio pasado el rey Juan Carlos recibió en Caracas el primer Premio Simón Bolívar, establecido y concedido por la Unesco, que compartió con el líder surafricano, Nelson Mandela, encarcelado desde hace más de 20 años por su oposición a la política de apartheid.

La visita del general Ascanio, según Europa Press, citando a fuentes del ministerio, se considera "que es personal y no tiene carácter oficial", y que la "realiza como profesional de las Fuerzas Armadas para conocer establecimientos y unidades de otro ejército". No consta que el JEME, durante su estancia en aquella república, tenga intención de interesarse ante las autoridades gubernamentales por la suerte de Nelson Mandela, ni tampoco que vaya a, interceder en favor de quien, como líder de la defensa de los derechos humanos, compartió el premio otorgado por las UNESCO, con el Rey de España.

El viaje de Ascanio Togores ha traído al recuerdo, en medios militares, lo sucedido al teniente general Manuel Díez Alegría, cesado fulminanteffiente de la jefatura del Alto Estado Mayor por decreto de 14 de junio de 1974, del que tuvo noticia ese mismo día al descender en el aeropuerto de Barajas del avión en que regresaba de Rumanía, donde se había entrevistado con el presidente Ceaucescu. Sólo las memorias que Manuel Díez Alegría tiene prometidas permitirán ponderar los factores de ese cese y establecer la consistencia de los argumentos que en aquel momento sólo circularon como rumores.