La banca colabora en eliminar las tensiones monetarias mientras espera una negociación con el Gobierno
La negativa del Banco de España a pagar más del 23% por el dinero que necesita retirar del sistema para controlar la masa monetaria no encontró ayer tantas resistencias como el 19 de agosto, debido a la colaboración de bancos y cajas de ahorro, que le entregaron 231.000 millones de pesetas al 22,99% de interés. Si bien consideran pasajera la liquidez existente -dichas entidades cruzaron operaciones entre ellas al 17%, frente al 26% de hace dos semanas-, medios financieros privados opinan que la tensión surgida cuando el banco emisor perdió capacidad de control puede resolverse en una negociación que reafirme el apoyo de la banca. En septiembre y octubre deben renovarse 1,2 de los 1,6 billones de pesetas drenados mediante certificados de regulación monetaria (CRM), además de los necesarios para financiar nuevos recursos del sector público.
GUSTAVO MATÍAS, Madrid
ENVIADA ESPECIAL
Sólo unos 2.000 millones de pesetas intentaron ayer, sin éxito, forzar el tope del 23% fijado por el Banco de España, en un gesto que fuentes de la gran banca calificaron de testimonial. La relativa liquidez del mercado se impuso a las tensiones de las últimas semanas, cuando el Banco de España perdió capacidad de control. Pero dicho ambiente no será superado, según medios privados, si de la reunión de banqueros anunciada para el próximo día 5 no sale, como se espera, una llamada efectiva a la colaboración con la autoridad monetaria o instrucciones generales por parte de la misma. En ambos casos, la impresión es que se tratará de conseguir contrapartidas.En ocasiones anteriores -la retirada de dinero suele hacerse cada 10 días, mediante la emisión de certificados de regulación monetaria a uno o tres meses- , las entidades de crédito tuvieron como alternativa el prestarse mutuamente dinero, con tipos más altos, a un día, siete días o a varios meses. Ayer la elección era más fácil, porque el dinero existente ha tirado los tipos de estas operaciones a la baja. Frente a los casi 300.000 millones de pesetas invertidos en este mercado interbancario, ayer apenas se alcanzaron los 40.000. El tipo medio de las operaciones a un día resultó del 18,4%, y el de siete días, 19,65%, mientras que para mayores plazos se mantuvo por encima del 22%.
La menor demanda de crédito por parte del sector privado y el hecho de que los bancos hayan cubierto en exceso durante los últimos días sus coeficientes de caja parecen estar detrás de esta situación. Sin embargo, los pagos de nóminas y de vacaciones les exigirán salidas importantes de dinero, al menos hasta el día 5. Y pasado mañana deben ajustar sus coeficientes a los niveles exigidos cada 10 días, por lo que se prevé a partir de entonces una normalización de los tipos interbancarios en torno al 19% o 20%.
La recuperación del ritmo de actividad económica tras las vacaciones puede empujar la demanda de crédito privada. A la vez, mientras la liquidez introducida por las entradas turísticas será sucedida por las mayores necesidades del sector público, el Banco de España deberá renovar grandes cantidades de certificados de regulación monetaria. El 8 de septiembre vencen otros 270.000 millones de pesetas; el 20 de septiembre, 242.200 millones, y el 30 de septiembre, 149.900 millones de pesetas a tres meses y unos 25.000 emitidos ayer a un mes. Igualmente, para los días 10, 20 y 31 de octubre hay previstos vencimientos por 199.330, 72.600 y 147.5 00 millones de pesetas.
Compensaciones a la banca
Hasta el segundo trimestre del presente año, el Banco de España podía inyectar diariamente dinero al sistema, mediante la subasta de créditos a tipos inferiores a los que emitía los certificados de regulación monetaria. Luego, cuando empezó a perder el control, los tipos resultaron superiores, lo que ha hecho inútiles las subastas, que de hecho no se celebran desde el 19 de agosto, cuando vencían 294.000 millones y sólo pudo renovar 121.000, pese a que por menor margen unas semanas antes había tenido que recurrir al Boletín Oficial del Estado y retirar por inmovilización unos 130.000 millones.Esta medida, la tercera desde la devaluación de la peseta a finales del pasado año, pilló desprevenidos a bancos y cajas de ahorro, que fueron compensados, no obstante, con la subida del 8% al 10% en los depósitos remunerados que tienen en el Banco de España.
Ahora, según medios financieros privados, dichas entidades quieren negociar su necesaria colaboración con el Banco de España. Los bancos habían recibido instrucciones en este sentido antes de las vacaciones por parte del presidente de la patronal del sector, Rafael Termes. Sin embargo, parece que sólo los grandes la han seguido, al tiempo que algunos pequeños y las cajas de ahorro han tratado de forzar excesivamente al alza los tipos de los certificados de regulación monetaria, lo que provocó la citada inmovilización obligatoria.
Los medios consultados indican que, de cara a la reunión de consejeros delegados prevista para el día 5, los grandes bancos intentarán evitar situaciones como la descrita. Por ello, su objetivo es negociar otras compensaciones dentro de los temas pendientes, entre ellos su participación en la política industrial mediante la anunciada reordenación de coeficientes de inversión obligatoria, así como la política de financiación del déficit del sector público. Por ello, aventuran que habrá nuevos consejos de colaboración para la banca. No obstante, algunos medios consideran esto insuficiente y aspiran a unas indicaciones del Banco de España que sean también vinculantes para quienes dicen que no han prestado su apoyo durante el verano: bancos medianos y pequeños y cajas.
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