Dos 'marines' norteamericanos mueren en Beirut en el curso de los combates más violentos registrados desde la retirada israelí

Dos marines norteamericanos de la fuerza multinacional destacada en Beirut murieron ayer en el curso de los combates más violentos padecidos por la ciudad desde la retirada del Ejército israelí, en septiembre de 1982. Estos combates enfrentan, desde el domingo a mediodía a milicianos del movimiento chiita Amal con el Ejército libanés. Los milicianos ocuparon ayer la televisión y comenzaron a emitir ininterrumpidamente un retrato del imán Musa Sadr, desaparecido misteriosamente en Libia. Parte del aeropuerto de Beirut, que fue cerrado al tráfico por tercera vez en un mes, era pasto de las llamas.

El número de víctimas producidas por esta nueva serie de enfrentamientos fue ayer de 29, seis de ellos civiles y dos marines norteamericanos pertenenecientes a la fuerza multinacional de paz destacada en la capital libanesa, mientras que el de heridos asciende a 130. Uno de los soldados norteamericanos murió instantáneamente y el otro falleció una hora más tarde. Otros seis marines fueron heridos de gravedad, lo mismo que un oficial italianoFuentes militares libanesas contabilizan 3 muertos y 60 heridos en sus filas mientras que en Amal se habla de siete muertos y un número indeterminado de heridos. Las víctimas civiles son difíciles de evaluar, y, según las diferentes fuentes, se han producido entre 6 y 11 muertos y decenas de heridos.

La base aérea del Ejército libanés, situada en el aeropuerto de Beirut, fue bombardeada ayer por la artillería. Un avión del tipo Hawker Hunter fue alcanzado de lleno y quedó totalmente destruido. El bombardeo del perímetro del aeropuerto ya había provocado un incendio en los hangares.

En el curso de las operaciones militares de los chiitas fueron hechos prisioneros 25 soldados libaneses. Esta circunstancia llevó al Ejército libanés a congelar a mediodía de ayer sus operaciones en la zona sur de la capital para permitir su liberación y favorecer la vuelta a la calma en la zona sur de Beirut, según informó la radio libanesa. Un portavoz de Amal indicó que sus milicianos también habían recibido la orden de detener las hostilidades, pero a media tarde se registraban disparos cerca de la emisora de televisión.

No están muy claras las circunstancias que han podido provocar este nuevo estallido bélico sobre Beirut. Los observadores establecen una relación entre el acoso a que es sometido el Ejército libanés y los progresos registrados en las conversaciones que han mantenido en París representantes del Gobierno y de la oposición drusa para encontrar una salida al enfrentamiento.

Crear una tensión adicional y hacer crecer con ella las exigencias de unos y otros, ahora que la negociación está en una fase crucial; recordar que Siria no está satisfecha con la situación en el país (parte importante de los bombardeos de la ciudad se han llevado a cabo desde zonas controladas por los sirios), y poner en evidencia que el Estado libanés y su Ejército son vulnerables hasta por la guerrilla chiita son algunas de las razones que han podido provocar los enfrentamientos.

La muerte de los dos marines y la degradación de la situación llega en el peor momento posible para la realización de los objetivos del presidente Ronald Reagan, según se reconoce en medios oficiales de Washington. Responsables del Departamento de Estado, del Pentágono y de la Agencia Central de Inteligencia se reunieron ayer en la capital norteamericana para estudiar las repercusiones del repentino agravamiento de la situación.