Las desavenencias electorales entre peronistas revalorizan el papel del árbitro de Isabel Perón
La imposibilidad de los dirigentes de los diversos grupos peronistas para lograr una candidatura -en las anunciadas elecciones argentinas- en una reunión celebrada el lunes en Buenos Aires-, ha relanzado la figura de Isabel Perón refugiada en España, como la figura capaz de arbitrar entre todas las tendencias del justicialismo.
El vicepresidente del Partido Justicialista, Deolindo Bittel, invitó hace algunos días a María Estela (Isabel) Martínez de Perón para que presida los trabajos del congreso del Partido que se inaugurará el 3 de septiembre próximo. Sin embargo, la prohibición judicial que pesa sobre Isabel Perón, anulando sus actividades políticas hacen improbable el retorno. El ministro de Justicia argentino, Jaime Lucas Lennon, declaró taxativamente la semana pasada que el congreso justicialista no tendría validez jurídica si asiste Isabel Perón.
Apoyo de la Multipartidaria
Los cinco partidos que integran la Multipartidaria criticaron vivamente las declaraciones del ministro y se solidarizaron con los justicialistas en su reivindicación de que le fuese levantada la prohibición que pesa sobre la viuda del dictador Juan Domingo Perón.La imposibilidad de conseguir la candidatura aceptada por todas las partes del peronismo, en el día de ayer, aceleró las invitaciones para que Isabel Perón acuda al congreso, mientras algunos rumores hacían hincapié en que la señora había tomado ya un avión de regreso.
Los ganadores de las elecciones internas justicialistas. en los principales distritos del país firmaron el siguiente texto enviado a la viuda de Perón: "La presencia de la máxima autoridad (peronista), partidaria de cumplimentar anhelos políticos de vastos sectores de la ciudadanía garantizará la libre elección democrática del congreso nacional del partido mayoritario en Argentina como prenda de paz y unidad nacional".
A su salida de un teatro local, donde se celebró la infructuosa reunión de los peronistas, Bittel declaró que "el único principio de acuerdo fue el de no pelear por las candidaturas". El resto de los delegados salieron en silencio y con gestos malhumorados.
Una porción del Partido Justicialista propone que Italo Lúder encabece la lista a la presidencia de la República con Bittel como presidente y Antonio Cafiero -aspirante a ese primer puesto- como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Cafiero encuentra obstáculos importante para acceder al puesto de gobernador por parte de Herminio Iglesias, uno de los principales dirigentes peronistas, que tiene acotado para sí Buenos Aires y no permite que nadie le varíe su ambición política de gobernar la provincia de la capital.
Algunos analisias opinan que los justicialistas "no saben que hacer" con Cafiero, quien, por su parte, se ha negado a renunciar a su pretensión de encabezar la lista para la presidencia de la nación. Los hombres que aspiran a detentar los lugares importantes de las listas, del peronismo para los anunciados comicios del próximo 30 de octubre, el propio Cafiero, Lúder, Bittel e Iglesias, no consiguieron el quórum necesario durante las cinco horas de debates.
