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Max Gallo: "Los paracaidistas franceses defienden la integridad territorial de Chad"

Antonio Caño

El general de brigada Jean Poli fue nombrado el jueves comandante en jefe de las tropas francesas en Chad, según informaba ayer un comunicado del Ministerio de Defensa francés. El general Poli "mandará, a las órdenes del jefe de Estados Mayor de los Ejércitos, general Jeannou Lacaze" los aproximadamente 2.500 soldados galos movilizados hasta ahora en la operación Manta, de ayuda militar al Gobierno de Hisséne Habré. El general jefe del cuerpo expedicionarios francés en Chad, que cuenta 54 años de edad, es especialista en misiones de instrucción, operacionales y de estrategia y profundo conocedor de las cuestiones africanas. A lo largo de su carrera el general Poli ha estado en Argelia, Togo, Madagascar, Yibuti y Zaire. En la actualidad era el adjunto al general comandante de la 11ª división paracaidista, que forma parte de la fuerza francesa de intervención rápida. En las próximas horas se espera la llegada a Yamena de aviones de combate Jaguar y Mirage.

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La presencia de más de 2.000 paracaidistas franceses en Chad responde, según el secretario de Estado y portavoz del Gobierno de París, Max Gallo, a la voluntad de Francia de hacer respetar la integridad territorial de ese país y evitar la internacionalización del conflicto que enfrenta a las Fuerzas Armadas Nácionales Chadianas (FANT) del presidente Hisséne Habré con las fuerzas del Gobierno de Unión Nacional de Chad (GUNT) del ex presidente Gukuni Uedei.

Lo primero que Max Gallo consideró necesario precisar en la conversación mantenída ayer con EL PAIS es que "no hay intervención francesa en Chad. Las tropas francesas están en Chad en virtud de los acuerdos de 1976 -contraídos con el Gobierno de Yamena-, pero se trata de instructores qut intentan que el Ejército chadiano se convierta en un Ejército capaz de utilizar material moderno".

Max Gallo insiste en que el objetivo del despliegue de los soldados franceses es recordar que Francia está dispuesta a cumplir sus compromisos. El acuerdo de 1976 entre París y Yamena contempla la posibilidad de ayuda militar francesa en caso de amenaza exterior.

Respetar a Gadafi

"El prestigio de Francia está basado", asegura Gallo, "en el respeto de los compromisos que ha suscrito, tanto en Chad como en otros países. Hay casos en los que estos compromisos incluyen aspectos de defensa, y el hecho de que enviemos instructores y material o nos pronunciemos por la integridad territorial de Chad prueba que Francia está dispuesta a respetar sus compromisos y, por tanto, su prestigio no se verá afectado".El Gobierno de París tiene claro que entre los objetivos que seha marcado al intervenir en Chad no se encuentra el de combatir al régimen de Muamar el Gadafi. "Para 91 Gobierno franicés no hay bestias pardas. Hay Gobiernos que son Gobiernos legales de diferentes Estados, y el Gobierno del coronel Gadafi. es el Gobierno de Libia", afirma Gallo.

Este no es aparentemente el criterio del presidente norteamericano, Ronald Reagan, quien parecía tenerle reservado al Gobierno francés un papel de gendarme antilibio, que Mitterrand se niega a aceptar. El portavoz del Gobierno francés precisa que "Francia actúa y determina sola su política. Estados Unidos tiene su política mundial, incluida una política africana, como es evidente, pero la política francesa se determina sólo en París".

Max Gallo acepta la opinión expuesta por Reagan de que África pertenece a la esfera de influencia francesa, "siempre que por esfera de influencia se entienda que Francia, por su presencia colonial, tiene lazos con la población de esta región que habla todavía francés y lazos economicos con algunos países".

El Gobierno francés se resiste a que Washington le imponga otros objetivos en África distintos a los que Gallo enuncia como sustanciales: "Primero, que los conflictos existentes sean resueltos por la negociación; segundo, intentar, en la medida de lo posible, el funcionamiento democrático de los Estados, defendiendo los derechos humanos, es decir, rechazando el racismo, por ejemplo, en ciertas partes de Africa, y tercero, huir de la rivalidad Este-Oeste".

En relación con el conflicto chadiano, Mitterrand ha actuado desde su llegada al Elíseo en la línea marcada por la Organización para la Unidad Africana (OUA) de reconocer el poder legítimo del vencedor de la, cíclica guerra civil Habré-Uedei. La actual intervención francesa no parece relacionada con un respaldo ideológico a uno de los contendientes históricos. Por el contrario, Mitterrand se ha mostrado anteriormente más cercano a Gukuni Uedei que al actual presidente.

El portavoz del Gobierno francés reconoce que, Udesde un punto de vista general", la presencia de tropas francesas o de otros Estados en territorios que no son de su Estado, "debe ser una excepción".

Sin embargo, en el caso de Chad, "porque existe un tratado y porque la presencia de tropas francesas puede ser un factor de paz, las tropas francesas deben estar presentes".

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