El gran disfrute

Plaza de Toros de Huesca. 12 de agosto. Tercera corrida de feria. Lleno.Seis toros de Victorino Martín, bien presentados, con trapío y nobleza.

Francisco Ruiz Miguel, estocada desprendida (oreja). Estocada caída (dos orejas). José Antonio Campuzano. Media en la cruz (dos orejas). Estocada desprendida (dos orejas). Juan Ramos. Dos pinchazos, estocada tendida, descabello (saludos). Pinchazo, estocada saliendo volteado, tres descabellos (palmas).

Muchos fueron los factores que ayer se reunieron en Huesca para que el disfrute del público taurino fuera redondo. Los victorinos aparecieron por la puerta de toriles bien presentados, astifinos, con trapío, serios; frente a ellos los diestros estaban con ganas, y encima el público animaba sin desmayo. Más no cabía, comenzaba el espectáculo.

Un excelente toro sobrado de nobleza le tocó de salida a Ruíz Miguel. Le toreó bien de capote, pero no se le vio a gusto al diestro con la muleta, incluso a veces se mostró torpón. En su segundo cambió la imagen y anduvo impecable con las verónicas de recibo, saliéndose a los medios con lentitud y hondura. Con la muleta libró gañafones a base de sacrificar la vistosidad, pero tres naturales con ligazón calaron en el tendido.

El toreo de José Antonio Campuzano fue ayer de auténtica categoría. Desde las verónicas de recibo a su primero, rodilla en tierra, hasta los últimos naturales que dio a su segundo, todo fue un verdadero deleite para el espectador. Chorreaban temple y ligazón los derechazos; en los pases de pecho transportaba al toro al hombro contrario, y en los trasteos finales y desplantes se respiraba la torería. Las cuatro orejas que cortó no fueron regalos.

Quien tenía una papeleta dificil ayer era Juan Ramos. Con apenas tres corridas en lo que va de temporada, se le esperaba ver discreto en el mejor de los casos, pero no fue así. Valiente y decidido se mostró cuando su primero le cabeceaba a media embestida y le ponía los pitones en la cara. Muy bien toreó con el capote a su segundo (quien de salida saltaría al callejón), y valerosos pases sacó a base de exponer y aguantar a lo largo del último tercio, a este manso que cerraría plaza.

Tarde la de ayer, como se ven pocas. La vuelta al ruedo que dieron en equipo -al doblar el quinto toro- los diestros, ganadero, mayoral y empresario, a petición férrea del público, mostró muy a las claras el buen trabajo que se está realizando en esta feria taurina de Huesca.