Desavenencias en Junta de Andalucía por el control de las competencias del lcona

La ubicación en una u otra consejería de las competencias del Icona transferidas a la Junta de Andalucía crea serias desavenencias en el interior de la misma, al tiempo que puede dar lugar a una fuerte protesta de las organizaciones ecologistas de la comunidad autónoma si, como todo parece indicar, es finalmente Agricultura quien se las lleva. La incorporación del Icona a la Consejería de Agricultura es vista por los ecologistas como un desastre.El Icona tiene una fuerte dimensión en Andalucía, donde posee la mayor parte de sus bienes y propiedades. Son, en total, cerca de 500.000 hectáreas de su propiedad, más otras 200.000 que administra sin ser suyas. Su presupuesto en Andalucía es de 8.000 millones. Eso explica dos cosas: el enorme esfuerzo que ha hecho la Junta por conseguir el máximo de transferencias, que está a punto de conseguir en su totalidad, y la disputa interna en la Junta por el destino que va a tener el Icona dentro de la misma.

La pugna se establece entre Agricultura y Política Territorial e Infraestructura, en cuyo seno se encuentra la Dirección General del Medio Ambiente. Todo parece indicar que el Icona va a ir a parar a Agricultura.

De confirmarse tal cosa, y hay que insistir en que ya se da por seguro, las organizaciones ecologistas presentarían una fuerte protesta y exigirían un debate público en el Parlamento. Agricultura, como todos los ministerios de fomento y desarrollo, es considerado como un enemigo por los conservacionistas. En una época de especial crisis y paro en el campo andaluz, parece muy difícil pensar que la Consejería de Agricultura pueda tener reparos conservacionistas a la hora de poner en explotación determinadas zonas.

La política de la Junta de Andalucía respecto a la naturaleza está causando seria decepción en Sevilla, que, por la proximidad de Doñana y por la intensidad del patrimonio andaluz del Icona, puede ser considerada como la capital oficiosa del movimiento ecologista en España. En la Junta preautonómica existía una Consejería del Medio Ambiente, que fue transformada en dirección general, adscrita a Política Territorial e Infraestructura, cuando se constituyó oficialmente el primer Gobierno andaluz. Ésa fue la primera decepción. La segunda ha sido que aún no se haya acometido la unidad de gestión para los temas conservacionistas, que se considera fundamental para salvar la naturaleza.

La dispersión de competencias entre varios ministerios o consejerías, la falta de un equipo multidisciplinario que acometa los problemas y la intervención en temas relacionados con la naturaleza de organismos de fomento y desarrollo, como puedan ser Agricultura, Industria u Obras Públicas, son los tres grandes azotes del conservacionismo y, en ese sentido, la Junta de Andalucía parece llevar el mismo camino del Gobierno central.

Por el momento, el único organismo encargado de velar por la naturaleza en Andalucía es la Comisión Andaluza del Medio Ambiente (Coama), tan ineficaz como lo es la CIMA.