La aviación libia extiende sus ataques aéreos a nuevas zonas del norte de Chad
La aviación libia bombardeó el miércoles por la tarde las localidades de Kalait y Um Chaluba, a más de 350 kilómetros al sureste de Faya Largeau, según se anunció ayer orfcialmente en la capital de Chad. Los ataques aéreos contra esta zona se reanudaron ayer por la mañana. "Los bombardeos libios han causado daños, pero hemos tomado medidas", declaró lacónicamente el ministro chadiano de información, Mahamat Sumaila.
La guerra civil de Chad, que se arrastra desde hace casi 18 años en luchas fratricidas, se internacionalizó aún mas ayer con el respaldo expresado por la Union Soviética a Libia. Estados Unidos y Francia apoyan, por su parte, al Gobierno de Yamena, al que envían armas y consejeros militares.Moscú se pronunció ayer por primera vez públicamente, aunque con prudencia, a favor de su aliado libio en la guerra chadiana, y denunció, el miércoles por la noche a través de un comunicado de la agencia oficial de información TASS, "las presiones militares directas" ejercidas sobre Chad por las "fuerzas imperialistas". Más concretamente, Francia y Estados Unidos son acusados de "intervenir de forma arrogante" en los asuntos chadianos con vistas a "restablecer su dominio sobre los pueblos de África".
Las nuevas localidades bombardeadas el miércoles y ayer por la fuerza aérea libia permiten controlar el acceso a la región oriental del país. Esta ampliación de la zona atacada por la aviación del líder de la revolución libia, el coronel Muamar el Gadafi, se ha producido 24 horas después de la entrega por Estados Unidos al régimen de Yamena de misiles antiaéreos del modelo Radeye, que cuatro técnicos militares norteamericanos se encargaron de transportar hasta Chad.
En la capital del norte de Chad, Faya-Largeau, la situación sigue siendo confusa, a juzgar por los comunicados contradictorios emitidos por ambos bandos, informa Manuel Ostos desde Argel. El Gobierno de Yamena insiste en que, a pesar de los bombardeos aéreos libios, sus fuerzas controlan la localidad, donde han sido instalados los primeros envíos de misiles antiaéreos franceses y norteamericanos.
En el marco de la ayuda estadounidense. al Gobierno que preside en Yamena Hissène Habré, en lucha con Gukurni Weddeye, aliado de Libia, dos aviones norteamericanos de vigilancia electrónica del modelo AWACS aterrizaron el miércoles en Egipto junto con un aparato de transporte del modelo C-141 para, oficialmente, participar en las maniobras Bright Star, según indicó el Pentágono en un breve comunicado. Los AWACS disponen de radares que les permiten detectar aviones en vuelo en un radio de 300 kilómetros.
Estos dos sofisticados aparatos sólo tenían previsto llegar a Egipto a principios de la semana próxima, pero su envío fue adelantado tras el incidente que tuvo lugar el 1 de julio en el golfo de Sirta, encima del portaviones norteamericano Eisenhower, entre dos aviones norteamericanos F-14 y dos Mig 23 libios.
Libia sostiene que sus aguas territoriales se extienden hasta 60 millas de sus costas (unos 110 kilómetros). Esta revindicación del régimen de Trípoli ha sido rechazada por Estados Unidos y casi todos los países occidentales. Libia ha advertido que su aviación hundirá al Eisenhower o a cualquier otro barco norteamericano sí penetra en esta zona donde intenta ejercer su soberanía.
Otro portaviones norteamericano, el Coral Sea, que navega también en la misma zona y sobre el que se había especulado que permenecería allí a causa del incremento de la tensión, se dirigirá a partir de hoy hacia aguas centroamericanas, según informó ayer el Petágono.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.