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Carencias de verano

n monótona reiteración el verano trae la noticia de nuestras playas contaminadas y nuestros ríos envenenados. También cada verano se formulan las promesas de rigor y se asegura que algo se ha mejorado con relación al ejercicio anterior, pero la realidad es que nuestros lugares de descanso estival sufren una degradación imparable a ojos vista, que perjudica a los nativos y puede retraer a los visitantes. ( ... ) El medio natural es patrimonio de todos y nunca serán suficientes los cuidados que se le dispensen, y, por si fuera poco, en nuestro país la industria turística no es un capítulo más de nuestros ingresos, sino fuente importante de divisas -cada día menos y relativo seguro económico contra los avatares a que el dólar nos tiene acostumbrados.Ahora mismo existen en todo el litoral español, notablemente en el Mediterráneo, puntos negros en los que la pureza del agua, la bondad del bosque y la armonía urbanística pertenecen al pasado. Poco se puede hacer para humanizar los lugares donde el hormigón y las estructuras de hierro acabaron con la naturaleza; peto está en la mano de nuestros gobernantes el poner a disposición de lo salvable cuantos medios técnicos existen y extremar el control para acabar con toda suerte de desmanes. Es lamentable que en pleno agosto puedan contemplarse playas repletas de veraneantes que no se atreven a meterse en el agua, convertida en extraño caldo de cultivo de contaminantes diversos.

Junto a este esfuerzo por devolver a la naturaleza lo que es suyo, y al mismo tiempo dar a los ciudadanos mayores garantías de seguridad, los poderes públicos han de proveer de los servicios debidos aquellos lugares en los que la concentración de personas se dispara, así en la costa como en el interior: No deja de ser chocante que en según qué zonas constituya una auténtica aventura encontrar asistencia médica adecuada o una simple oficina de intormación, como si el hecho de que se trata de población estacional no precisara de iguales o parecidos servicios a los que dispone el resto del año.

Cada año la competencia turística entre España y otros países es más dura, y nuestro país no es precisamente el mejor situado para llevarse el gato al agua. Es precisa una actuación pronta y decidida para que en un verano lo más próximo posible las carencias no sean noticia por inexistentes.

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1 de agosto

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