El apaleamiento de dos tripulantes de un pesquero en Guinea fue planeado, según el capitán del barco
"Estoy convencido de que alguien planeó nuestro apaleamiento en la comisaría de Luba, que no fue algo espontáneo ni un malentendido", declaró a EL PAIS Enrique Bartolomé, el capitán del pesquero Elobey, propiedad de la compañía hispano-guineana Guinea de Pesca, que el pasado 17 de julio fue apaleado, junto con el segundo jefe de máquinas del buque Joaquín Enrique Maestre, en la comisaría de Luba -pequeña población situada a 45 kilómetros al norte de la capital de Guinea Ecuatorial- El incidente surgió a raíz de que ambos invitaran a tomar una cerveza a dos nativas, una de ellas, empleada en la misma compañía.Los dos españoles no dan crédito a los que les ocurrió. "Para nosotros", dicen, "no pasaba de ser una atención que teníamos hacia nuestra compañera en la empresa y su amiga. Por eso creo que la cosa había sido planeada de antemano y pretendían darles un escarmiento a los españoles en nuestras personas".
Enrique y Joaquín están todavía recuperándose de las heridas que sufrieron, principalmente en las nalgas, por parte de los policías guineanos. Enrique se encuentra en la población onubense de Lepe, en tanto que Joaquín está en Cartaya, también en la provincia de Huelva.
"Yo no había tenido ningún problema la vez anterior que estuve en Guinea, allá por el mes de noviembre", insiste Enrique. "Pero quien más, quien menos en la compañía los ha tenido. Hace unos pocos meses, un compañero nuestro llegó a recibir un tiro en la rodilla".
Enrique tiene 29 años, está casado y es padre de tres hijos. Su vida está en la mar y de ella vive, a pesar de los problemas económicos que de vez en cuando surgen.
A pesar de la paliza recibida, Enrique sigue pensando que en Guinea, "como en todas partes", hay gente buena y mala: "Yo no sé si a los españoles se nos odia en Guinea. A nosotros lo que nos ha pasado es que hemos ido a dar con lo peorcito. Pero allá también hay gente buena, como el gobernador de Luba, que nos atendió en todo, una vez que salimos del infierno de la comisaría".
¿Cree que haya sido la pesca el motivo por el que les pegaron?. No lo sé, responde, "pero el hecho de que nos traigamos la pesca hacia España no creo que signifique nada. Además, allí siempre nos están pidiendo cosas, incluso a nivel oficial.
A pesar de lo que él y Joaquín han recibido en sus cuerpos, Enrique prefiere no hacer mezclas políticas en su caso: "Yo de Obiang no puedo decir nada, no lo conozco", contesta al ser preguntado sobre su opinión con respecto a la visita del Presidente guineano a España. "Una cosa es lo que nos pasó a nosotros y otra muy distinta las relaciones que puedan mantener los dos países".
Sobre la postura de la embajada española en Malabo cuando ocurrió el incidente, Enrique explica que "fue correcta en todo momento. Sólo hubo una cosa que es necesario contar. Le pedimos al cónsul que nos llevara a un médico español. Éste nos atendió, pero se negó un certificado médico de nuestras heridas porque pensaba que podían tomar represalias contra él.
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