Naufragio de los novilleros-dinastía

Se presentaba en Valencia y debutaba con picadores, Juan Vázquez, otro hijo de Pepe Luis. Por lo que hemos visto en las dos novilladas de esta feria, ahora se han puesto de moda los novilleros-dinastía, y ocurre que los hay con mala suerte como los de anteayer que se enfrentaban a una dura novillada, y también los hay con buena estrella, como los de ayer, que hemos de decir que de poco les ha servido.Los novillos de José Murube, terciaditos, de los que dejan estar, eso que le gusta a los toreros de hoy, no han presentado problemas, pero ni por esas. Luis Miguel Campano, el casi eterno novillero, apenas se ha gustado en una serie con la derecha en su primero metiendo los riñones, por lo demás su quehacer monótono y machacón.

El hermano de el Soro, Antoñito, todavía sin solera en su dinastía ha estado dispuesto, queriendo, incluso haciendo alardes de valor, sobre todo en su primero, un novillote con bondad. Luego, en el quinto, con geniecillo, ha dudado más de la cuenta, y aunque intercalaba muletazos de buen corte, en conjunto la nota no llega al aprobado.

Juan Vázquez no ha debido venir a Valencia, y menos con tan poca entidad. La escuela en esta ocasión no le ha servido de mucho, entre otras razones porque no ha ido acompañada del valor suficiente para salir del trance airoso.

Por otra parte, en el reconocimiento previo, la autoridad ha estimado no admitir la corrida de esta tarde presentada por el ganadero Antonio Ordoñez y que tenían que lidiar Niño de la Capea, Espartaco y el Soro. Parece ser que viaja para la plaza otra corrida de Marcos Núñez, con la obligación de llegar a Valencia con tiempo suficiente para el reconocimiento.