Estados Unidos presionará al Gobierno israelí para que aplace su retirada parcial de Líbano

Aplazar el repliegue de tropas israelíes hacia posiciones en el sur de Líbano es el principal objetivo de la Administración norteamericana del presidente Ronald Reagan en las entrevistas que altos responsables norteamericanos mantendrán en Washington con los ministros israelíes de Asuntos Exteriores y Defensa, Isaac Shamir y Moshe Arens. La visita de estos dos destacados miembros del Gobierno de Tel Aviv sustituye en parte el viaje programado para esta semana por el primer ministro Menájem Beguin, cancelado por motivos personales.Mientras la situación en Líbano, donde se incrementan los atentados, parece entrar en una nueva fase de deterioro, la Administración Reagan quiere evitar que la ocupación parcial de Líbano por tropas israelíes complique el plan de retirada total de todos los ejércitos extranjeros de Líbano, deseo conjuntamente expresado la semana pasada en Washington por Reagan y el presidente de Líbano, Amin Gemayel.

"Estados Unidos es en parte responsable de la situación", dijo el ministro israelí de Asuntos Exteripres antes de iniciar las con versaciones con su homólogo estadounidense, el secretario de Estado George Shultz. Israel critica a Estados Unidos por no haber logrado que Siria retire sus tropas de Líbano, lo que origina una nueva presencia de soldados israelíes en la zona de la frontera entre Israel y Líbano.

Shamir y Arens -este último, ex embajador de Israel en EE UU- se entrevistarán hoy con el presidente Reagan, después de sus conversaciones con Shultz, el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, y el nuevo enviado especial del presidente para Asuntos de Oriente Próximo, Robert McFarlane, que sustituye a Philip Habib. Para la política exterior de EE UU en Oriente Próximo, la complicación en el capítulo de retirada de tropas extranjeras de Líbano hipoteca la supervivencia del plan de paz presentado hace casi un año por el presidente Reagan.