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Dos de los autores del atraco en el que murió una estanquera pueden quedar en libertad

Julián Pérez Lucía y Luis Quevedo Morales, dos de los autores del atraco al estanco "la Presilla" de Vallecas, en el que resultó muerta la empleada Pilar de Andrés, pueden quedar en libertad provisional, al haber conseguido suspender el juicio para ellos y series de aplicación, por llevar más de 18 meses en prisión preventiva, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que entra en vigor el día 26.

El juicio contra los cuatro autores del atraco, los dos citados, José Aguilera Ortega y Alfredo Otal, se celebró ayer ante la Audiencia Provincial de Madrid, sólo para los dos últimos. Quevedo no fue conducido a la sala debido a las autolesiones que se produjo en la prisión, según fuentes policiales, y debido a una hepatitis, según su defensor Emilio Rodríguez Menéndez. Pérez Lucía, autor del disparo que acabó con la vida de la estanquera y para el que el fiscal pedía 36 años, fue reconocido en dos ocasiones por los forenses, que certificaron que se trataba de un paciente normal, en estado de consciencia y que no padecía ninguna patología. Sin embargo, durante su permanencia en el juicio fue sujetado por dos guardias y no contestó a ninguna pregunta, por lo que fue retirado de la sala.El abogado Emilio Rodríguez manifestó a EL PAIS que la sala había acordado la libertad provisional de Quevedo, tras el dictamen favorable del Ministerio Fiscal. El secretario de la sala afirmó no tener conocimiento de tal decisión. Quevedo fue el conductor en el atraco, y la petición del fiscal para él era de 34 años.

El fiscal, en sus conclusiones, señala que el atraco fue realizado el 21 de abril de 1980, y en el transcurso del mismo, los procesados se apoderaron de 1.300.000 pesetas y lotería valorada en 324.000 pesetas. Agrega que cuando Pilar de Andrés realizaba un pedido telefónico a Tabacalera, cuya operadora grababa la conversación, recibió un disparo realizado por Pérez Lucía que le causó la muerte. Por estos hechos el fiscal pide 30 años por robo con intimidación para cada procesado, y 6 años para Julián, y 4 para cada uno de los restantes, por tenencia ilícita de armas.

La defensa de Aguilera pidió para él 6 años de prisión por robo con violencia y 6 meses por las armas. El defensor de Otal solicitó la absolución por aplicación de la eximente de enajenación mental.

En el juicio, Aguilera y Otal explicaron como atracaron el estanco, pero señalaron que el disparo realizado por Julián fue fortuito y que en el momento del atraco iban drogados.

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