Los problemas de solvencia sólo pueden alcanzar a seis cajas rurales, según José Barea

El convenio de colaboración de las cajas rurales con el Banco de Crédito Agrícola, suscrito el miércoles por 70 entidades y al que se sumarán en las próximas semanas la práctica totalidad de las mismas, permitirá al nuevo grupo controlar entre un 53% y un 54% del total de la financiación destinada al campo, según manifestó el presidente del citado banco oficial, José Barea, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Barea añadió que, a su juicio, los problemas de solvencia en las cajas rurales en afectar en estos momentos como mucho a seis o siete entidades, y que su agujero conjunto no sobrepasará en cualquier caso los 29.000 millones de pesetas de la Caja Rural de Jaén.

Rafael Suñol, presidente del Banco de Crédito Industrial, desvelaba horas después, en el mismo foro, las alternativas que baraja la Administración para hacer participar a banca privada y cajas de ahorro en la reconversión y reindustrialización: asunción de participaciones en el proceso vía capital-riesgo de las empresas a reconvertir o, si no aceptan este compromiso, emisión por el Instituto de Crédito Oficial de unas denominadas "cédulas B" computables en coeficientes obligatorios a bancos y cajas.José Barea, en su intervención en el curso Introducción al sistema financiero español, tras describir el deficiente funcionamiento del Banco de Crédito Agrícola en los últimos años (no ha ejercido como banco porque no ha podido captar pasivo ni fijar los tipos de interés del activo que le venían impuestos), explicó las alternativas de solución posibles. La iniciación de una costosa etapa de apertura de oficinas en toda España, que se ha desechado por múltiples razones, o la suscripción de acuerdos con las cajas rurales para lograr un ente semejante al Credit Agricole de Francia, aunque con 60 años de retraso. Se ha optado por esta última fórmula y en virtud de ello se ha suscrito el acuerdo con las cajas rurales.

Objetivos de saneamiento

Este acuerdo, según explicó Barea, se articula en tomo a seis grandes objetivos:1. Saneamiento de las cajas rurales. Para ello se exige auditoría completa a todas las cajas asociadas (CRA); se cuantifica el saneamiento y se proponen medidas a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos.

2. Evitar nuevos desequilibrios financieros. Para ello se establece un servicio permanente de auditoría del BCA; se implanta en el mismo banco una central de balances; se interviene en el nombramiento y remoción de los directivos de las cajas, y se les exige a éstas auditorías periódicas, constitución de un fondo de iliquidez y un fondo de reserva para previsión de riesgos de insolvencias; creación de dos líneas dentro del nuevo grupo para hacer frente a las tensiones de liquidez de las CRA, y préstamos del grupo a las CRA para hacer frente a las tensiones de liquidez que excedan del límite fijado para las líneas.

3. Independencia y cooperativismo. Barea negó que el acuerdo BCA-cajas fuera una nacionalización, y en este sentido resaltó el carácter voluntario de la asociación y el mantenimiento de la personalidad jurídica independiente de cada una de las entidades integradas. Dijo que los fondos captados por las CRA serán de libre disposición de las mismas, con determinadas excepciones (porcentaje de fondos a depositar en el BCA). Las cajas pueden denunciar el convenio, llevar las diferencias con el BCA a una comisión de arbitraje, o abandonar el grupo.

4. Facilitar el acceso a los agricultores. Para ello, las CRÁ facilitarán las líneas de crédito subvencionadas con cargo al Presupuesto del Estado; otorgarán de sus fondos créditos a corto y medio; harán préstamos con cargo a los excedentes de tesorería del conjunto de CRA que se encuentre depositado en el Banco de Crédito Agrícola, y, finalmente, como representantes del BCA prestarán cuantos servicios financieros se les demanden (descuento de letras, servicio exterior, compensaciones, etcétera).

S. Incremento de los fondos para financiar. Los fondos del coeficiente de inversión obligatoria de las CRA que se materialicen en pasivos del Banco de Crédito Agrícola se destinarán a financiar el campo; a ello hay que añadir los excedentes de tesorería del grupo y el 50% del fondo de reserva para previsión de riesgos de insolvencia.

6. Actuación como grupo. Los recursos del crédito oficial agrario y las líneas de crédito subvencionadas se canalizarán preferentemente a través de las CRA. Estas depositarán en el BCA los fondos de "iliquidez" y de reserva para insolvencas. Las CRA depositarán en el banco como mínimo el 25% de su tesorería.

José Barea dijo que con este acuerdo todo el dinero generado por el campo, que en muchas ocasiones las cajas rurales colocaban en otros sectores, volverá al campo. Que se ha pedido a las 70 cajas firmantes que suministren de inmediato los resultados de las auditorías realizadas y que si no las han llevado a efecto se pongan en contacto para su inmediata iniciación. Después Rafael Suñol describió el funcionamiento del Banco de Crédito Industrial, destacando el peso del sector naval que absorbe 200.000 de los 600.000 millones dedicados a inversión.