Desconsuelo
"Esperemos que, al menos, el espectáculo sea inocuo". Eso pensaba uno cuando, al entrar al teatro Martín, coincidió con un grupo muy dispuesto de turistas anglosajones acomodándose para conocer la zarzuela española.Los músicos, pocos y mal avenidos, atacaron Luisa Fernanda. Desconsuelo. Tras los primeros intentos vocales, nuestra sensación, pensando en los turistas, era similar a la que cualquier hispano, sin necesidad de ser un gourmet, siente cuando los ve en un chiringuito costero deglutiendo un engrudo que se les presentó como paella. No, no era inocuo.
En un reportaje que publicaba este periódico el pasado lunes, el representante de la compañía Artistas Líricos Asociados contaba las bien conocidas dificultades para abordar la zarzuela, y la ilusión de unos locos de verano por mantener el espectáculo. La ilusión, el riesgo artístico y económico, serán conceptos admirables, pero no son, ni de lejos, suficientes.
Luisa Fernánda
De Moreno Torroba. Compañía de Zarzuela Artistas Líricos Asociados. Dirección musical: Roberto Estela.Dirección: Ricardo Arriba.
Se puede pasar con actitud benevolente sobre una orquesta escuálida, sobre unos decorados vetustos, o sobre la dura convención escénica de ver mozos y mozas encarnados por personal añoso, pero ni con la mejor voluntad puede pasarse por alto el que los músicos no toquen y los cantantes no canten. Y el problema, aquí, era de esta magnitud.
Maravillas Losada, la única voz colocada, y Enrique Sacristán, con viejo oficio de cantante de zarzuela, no bastaban para mantener en pie la representación a la que nos asomamos. El resto era voces que fueron y no son, o intentos de afinar al menos el agudo final. Poco, demasiado poco.
Babelia
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