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Jardinería

Los trucos del verano

La inventiva y las precauciones pueden suplir el abandono al que se somete a las plantas

A punto de salir de vacaciones, el afortunado mortal desconecta el automático, cierra el gas, corta la llave del agua, y entonces... suele acordarse de sus plantas. Un mes de abandono en pleno verano es mucho tiempo, pero esto puede paliarse con un poco de inventiva y algunos recurso baratos.En el caso de las terrazas no hay más remedio que prever un riego automatizado o la presen cia frecuente de una persona que las riegue cada dos o tres días: la fuerte evaporación producida por la alta temperatura del exterior así lo exige, y lo mismo ocu rre con el jardín. Sin ser ideal, un riego automatizado para la pradera y las zonas arbustivas o her báceas es la garantía de volver al cabo de un mes y encontrarlo todo verde. En lo que se refiere a los árboles jóvenes, convendrá darles un riego a fondo antes de partir.

En lo que respecta a las plantas de interior, no hay ninguna panacea, pero sí pueden tomarse algunas precauciones.

-Colocar las plantas en un lugar lo más fresco posible. Es una buena medida bajar las persianas y dejar la habitación en penumbra; basta con que las plantas tengan un poco de luz para seguir realizando normalmente, sus funciones. Pero de nada nos servirá si la habitación está como un horno.

-Regar a fondo y pulverizar antes de partir. Hay que mojar bien el cepellón hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje de la maceta. De esta forma, y con las condiciones de luz y de temperatura anteriormente citadas, las plantas dispondrán de una reserva de agua para, como mínimo, ocho o diez días. En el caso de macetas pequeñas, los días de margen son menos.

-Proporcionar a las plantas un ambiente húmedo para que evaporen la menor cantidad de agua posible. Una idea puede ser reunir las macetas en un barreño de plástico; los huecos entre macetas se rellenan con turba o papel de periódico bien apelmazado y el conjunto se empapa de agua, después de regar las plantas. Nunca meta las macetas directamente en un barreño con agua, porque las raíces necesitan airearse, y no podrán hacerlo si están completamente sumergidas.-Proporcionar un suministro constante de agua a las plantas. Si éstas se tienen en una jardinera con reserva de agua (hidrojardinera), lo único que hay que hacer es revisar los niveles de líquido antes de marcharse. Si las plantas están en macetas individuales, pueden utilizarse mechas de algodón, de una longitud oportuna, uno de cuyos extremos se introduce un par de centímetros en la tierra y el resto en un cubo con agua. La cantidad de agua que debe contener el cubo es imposible de determinar, porque depende de lo que absorba la planta y de la temperatura ambiente, pero es preferible pasarse que quedarse corto. Más seguro que las mechas de algodón son unos artilugios consistentes en un punzón de material poroso, unido a un tubito de plástico abierto en su extremo. El tubo se sumerge en agua y el punzón se clava en la tierra, a donde el agua es llevada por capilaridad. Sin embargo, este procedimiento sólo vale para macetas suficientemente grandes, en las que se pueda clavar el punzón.

Con estos sistemas, las plantas pueden aguantar relativamente bien el mes completo de vacaciones.

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