La región estará dividida en 40 comarcas, según un plan elaborado por la Junta

La Consejería de Administración Territorial de la Junta de Andalucía hizo público ayer el nuevo plan de comarcalización de la comunidad autónoma. El plan, elaborado por la Dirección General de Ordenación Territorial, establece 40 comarcas y 125 subcomarcas, como divisiones intermedias entre provincia y municipio. Esta clasificación territorial va encaminada a conseguir una distribución más racional de los recursos públicos.

En las subcomarcas han sido agrupadas las poblaciones con relaciones de base diaria, es decir, las que diariamente tienen relaciones de algún tipo, a través generalmente de servicios comunes de correos, atención médica elemental, escuela o relaciones de residencia-trabajo. Ambitos de este tipo han sido definidos 125. Las comarcas se han establecido de acuerdo a bases de relación periódica, sea por su condición de comarcas agrícolas o por la de uso conjunto de un hospital, o por su condición de partido judicial o de sectores establecidos por la Telefónica."Esta división", afirmó el consejero de Administración Territorial, Jaime Montaner, permitirá establecer criterios serios sobre los déficit de infraestructura en los distintos puntos de Andalucía y sobre las mejores zonas de inversión. Es un intento serio de ordenar el territorio de Andalucía y de saber dónde, cómo, para qué y con qué objetivos debe invertirse el dinero. Creo que esto permite una aproximación importante a la realidad andaluza".

La oposición, contra los Presupuestos

Los cuatro partidos de oposición del Parlamento andaluz se apoyaron mutuamente en el debate de las cuatro enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de presupuestos generales de la comunidad autónoma para 1983, que ascienden a 81.528 millones de pesetas. Gracias a la cómoda mayoría del PSOE, las enmiendas fueron sucesivamente rechazadas por 26 votos a favor y 53 en contra. Informa José Aguilar.El respaldo, insólito en esta cámara legislativa, de AP a la enmienda del PCE, y viceversa, fue explicado por los portavoces en base a la escasa entidad de los presupuestos presentados como instrumento para una política económica seria.