El Gobierno nacionalizará Autopistas del Atlántico y Astur-Leonesa
El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Julián Campo, propondrá, en la próxima reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, la nacionalización de Autopistas del Atlántico y de Autopista Concesionaria Astur-Leonesa (Aucalsa) para corregir la grave situación financiera por la que atraviesan estas dos sociedades, que generan 6.000 millones de pesetas de pérdidas anuales cada una de ellas. La operación, pendiente de cerrar todavía, se hará mediante la adquisición, por parte del Patrimonio Nacional del Estado, de las acciones de las dos sociedades al valor nominal de las mismas.
Los paquetes principales de acciones pertenecen a los bancos Hispano Americano, Pastor y Noroeste, así como a la empresa de construcción Huarte y Compañía y a algunas cajas de ahorro de las tres regiones donde están presentes las dos sociedades concesionarias de autopistas. Los estudios de rentabilidad elaborados por la Administración sobre las dos autopistas señalan la inviabilidad de dichos proyectos y la necesidad de proceder anualmente a sucesivas ampliaciones de capital para asumir las pérdidas que, por una cuantía de 6.000 millones de pesetas, se van a producir.El capital social de las dos empresas asciende a 14.000 millones de pesetas, mientras que los créditos exteriores, en su mayoría avalados por el Estado, que han obtenido para financiar las obras de construcción de los tramos de autopistas, se colocan en más de 100.000 millones de pesetas en la actualidad que, considerando los tipos de interés vigentes y el riesgo del tipo de cambio de la peseta, casi doblan la cifra a la hora de calcular el importe de las devoluciones.
La solución elegida por la Administración, que consiste en comprar las acciones por el precio nominal de las mismas, significa romper las prácticas habituales en este tipo de operaciones.
El proyecto de nacionalización, además de mantener el precio nominal de las acciones, supone que, a lo largo de los próximos ejercicios, el Estado tendrá que destinar una cifra próxima a los 12.000 millones de pesetas anuales para absorber las pérdidas que se irán generando. La compra de acciones de las dos empresas supone el primer paso para la formación de una empresa nacional de autopistas, que englobará la participación del Estado en el sector y actuará con mejores condiciones en la renegocíación de la deuda externa del sector.
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