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Italia empieza a dudar de que Emanuela Orlandi esté con vida

Juan Arias

La historia del secuestro de la joven Emanuela Orlandi, por cuya libertad se exige la de Alí Agea, puede cambiar radicalmente de signo en las próximas horas. Policía, familiares y magistrados empiezan a dudar de que la muchacha esté aún viva. El Papa volvió a abordar ayer, ante más de 30.000 peregrinos en la plaza de San Pedro, el drama de la familia Orlandi y manifestó que personalmente está haciendo "todo lo humanamente posible para que la joven secuestrada pueda volver incólume a su familia".

Las dudas e interrogantes surgidos en las últimas 24 horas acerca de la veracidad de los mensajes enviados hasta ahora por los secuestradores han nacido no sólodel hecho de que Alí Agca, el hombre que atentó contra el Papa, haya rechazado públicamente la posibilidad de una liberación suya a cambio de la vida de Emanuela. Hay algo más. La familia de la joven ciudadana vaticana ha dicho abiertamente a la policía que en realidad no posee, a los 18 días del secuestro, ninguna prueba que demuestre que Emanuela está viva.

Los mismos magistrados que siguen el caso se inclinan a pensar que todas las pruebas presentadas hasta ahora por los secuestradores carecen en realidad de valor. Por ejemplo, la cinta magnetofónica que hicieron escuchar a los padres de la joven por teléfono, en la cual se oye la voz de Emanuela que dice solamente: "Me llamo Emanuela Orlandi, estoy en el segundo año del colegio de Vittorio Emmanuele". Podría tratarse, dice la policía, de una frase entresacada de una entrevista hecha con anterioridad a la joven.

¿Y la llamada telefónica a la casa de la amiga de Emanuela, a quien le dictaron un mensaje? Parece ser que en realidad no se trata de una verdadera amiga suya. De hecho no la conoce la familia de Emanuela.

Lo cierto es que los padres de la joven secuestrada han pedido a quienes la tienen prisionera que den una prueba inconfundible de que Emanuela está aún viva.

Los jueces están dispuestos a dejar el asunto a la policía criminal en vez de a la policía política en el caso en que en los próximos días los secuestradores de Emanuela no definan mejor su identidad.

Mientras, tanto la Unión Soviética y Bulgaria han protestado duramente contra las declaraciones de Alí Agca a la prensa italiana en las que defendió al Papa, se disoció de los secuestradores de Emanuela y afirmó que el atentado a Juan Pablo II fue organizado por el KGB con la ayuda del búlgaro Antonov. Según la agencia soviética Tass, toda la escena de Agca, que consiguió increíblemente hablar con los periodistas italianos cuando salía de prestar declaración, podría haber sido organizada por los mismos servicios secretos norteamericanos.

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