Alarma en Andalucía por un documento de la CEE que pide arrancar millones de olivos

El conocimiento por parte de los políticos andaluces de que el documento de la Comunidad Económica Europea (CEE), base de las conversaciones para la entrada de España en la Comunidad, señala la necesidad de que España arranque un millón de hectáreas de olivares, ha creado no poca alarma entre los mismos. AP y PCA podrían establecer una estrategia conjunta frente al proyecto de reforma agraria de la Junta de Andalucía, que sería, a la luz de este dato, una simple adecuación de las estructuras agrarias andaluzas a las necesidades Impuestas por la entrada en España de la CEE.

Hernández Mancha, líder regional de AP, pudo ver en Bruselas un resumen del documento citado, y a su retorno lo comentó con Felipe Alcaraz, secretario regional del PCA. El documento señala que España tendría que arrancar un millón de hectáreas de olivar, y que no habría desarme arancelario en seis años para los productos hortofrutículas y el vino, y en ocho al menos para el aceite de oliva. "Con la entrada de España, la frontera de la CEE quedaría en Despeñaperros, ha declarado públicamente Hernández Mancha al hablar de ello.Andalucía tiene el 55% de los olivares españoles y el 60% de la producción de aceite de oliva. Sólo en la provincia de Jaén están plantadas 400.000 hectáreas de olivos, cuya recogida de aceituna proporciona anualmente unos 50 millones de jornales, más de 60.000 millones de pesetas, que suponen la base de las estrategias migratorias de los jornaleros del campo andaluz.

Aunque el documento habla de un millón de hectáreas de "olivares residuales", Felipe Alcaraz niega en rotundo que en España exista un número, ni siquiera aproximado, de olivares de bajo rendimiento.

Frente a estos temores, Rafael Escuredo ha afirmado que el ingreso de España en la CEE será beneficioso, a pesar de las dificultades, y que la agricultura será el sector más favorecido. Miguel Manaute, consejero de Agricultura, afirma que el aceite de oliva español tendrá un trato preferencial, y Julio Rodríguez, consejero de Economía, señala que Andalucía podrá verse especialmente beneficiada por los fondos de compensación del FEDER, creados para anular los desequilibrios interregionales.

Al respecto, Felipe Álcaraz mantiene sus dudas, basadas en el hecho de que al Reino Unido le han sido devueltos recientemente 75.000 millones de dólares de este fondo, iniciativa que considera está en crisis. La reforma agraria anunciada por Escuredo sería, a los ojos de quienes señalan estos posibles problemas del campo andaluz ante la entrada de España en la CEE, poco más que una ficción1ras la que enmascarar una reconversión del campo que lo adapte a las necesidades de la CEE, lo que sin duda va a resultar difícil.

La CEE tiene un 8,2% de mano de obra agraria, y admite como tope en este sentido el 10% o, todo lo más, el 12%, y Andalucía pasa del 22%. Las expectativas creadas con el anuncio de la reforma agraria, enfriadas tras la entrevista de Escuerdo con Martín Almendro, presidente de la Confederación de Empresarios Andaluces, que no opuso reparo alguno, pueden verse defraudadas definitivamente cuando el Gobierno andaluz comience la redacción de la ley. El hecho de que le haya sido ofrecido al más conocido líder jornalero, Francisco Casero, el puesto de defensor del pueblo de la comunidad autónoma, se toma como un indicio más de que la Junta teme una reacción muy negativa cuando se vayan conociendo los aspectos particulares de la anunciada reforma, por lo que puede suponer de intento de apartar de la lucha a uno de los hombres con más carisma del campo andaluz.