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Concluyen sin reconciliación las negociaciones entre partidarios y disidentes de la jefatura de Arafat

La comisión palestina que durante tres días ha intentado salvar las diferencias entre Yasir Arafat y el grupo de disidentes apoyados por Siria ha concluido sus negociaciones en Damasco sin que haya logrado la reconciliación de las posturas enfrentadas, según han manifestado Jaled Fahum, jefe de la comisión y presidente del Consejo Nacional Palestino (Parlamento en el exilio), y Nimr Saleh, jefe de los disidentes. La gira de George Shultz, que ayer alcanzaba su momento clave en Damasco, no ha registrado, cuando se encuentra a punto de finalizar, "ningún progreso notable". El presidente Hafez el Asad reiteró a Shultz que el rechazo sirio al acuerdo israelo-libanés es definitivo.Tras concluir la última de las entrevistas entre ambas partes, Saleh manifestó el martes por la noche que ambas delegaciones habían llegado a un "acuerdo para poner fin a la crisis" en el seno de Al Fatah, aunque reiteró la exigencia de su movimiento de llegar a un "acuerdo radical", informa France Presse.

Fahum señala que no se he llegado a ningún acuerdo sobre puntos concretos -no se ha abordado siquiera la vuelta de Arafat a Damasco- y manifiesta que los miembros de la comisión darán cuenta de los contenidos de las entrevistas a Yasir Arafat antes de volver dentro de unos días a Damasco para continuar las negociaciones. Para el presidente del Parlamento palestino es un dato positivo el alto el fuego vigente en la Bekaa entre las fuerzas palestinas enfrentadas, situación de hecho que en la noche del martes fue transformada en acuerdo firme tras un encuentro entre las partes enfrentadas por el que se decidía "no recurrir a las armas, sean cuales sean las razones".

A pesar del relativo optimismo mostrado por Fahum en Damasco y la consolidación del hasta ahora precario alto el fuego en el valle de la Bekaa, parece difícil que Arafat pueda llegar a aceptar lo que sirios y disidentes palestinos desean, según The New York Times. Entre las exigencias de los disidentes figuran la de terminar con la corrupción en la organización y la de desechar automáticamente el plan Reagan, el elaborado en la cumbre de Fez, la confederación jordano-palestina y la retirada de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Líbano. Los rebeldes también desean la formación de una dirección de emergencia en Al Fatah en la que ellos tuvieran el 50%, propuesta que Arafat considera sin sentido, según ha manifestado uno de sus colaboradores.

En la reunión que el Comité Central de Al Fatah viene celebrando desde hace cinco días en Túnez se ha aprobado una nueva reorganización de la dirección, sin que, obviamente, se hayan tenido en cuenta las pretensiones de los disidentes, que no participan en la conferencia. Entre los cambios hay que destacar el que Arafat asuma la dirección del departamento de finanzas; que Abu Iyad pase a dirigir el departamento de seguridad, y que Faruk Kadumi, jefe del departamento político de la OLP, acceda a la responsabilidad del departamento de asuntos exteriores.

El otro foco de atención en Oriente Próximo lo constituye la gira de saltamontes que lleva a cabo el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, quien ayer salió de Damasco hacia Jerusalén y esta misma mañana volará a Amman y por la tarde a El Cairo.

La entrevista que ayer mantuvo con el presidente sirio, Hafez el Asad, era el plato fuerte de la gira, pero, como una fuente próxima a Shultz manifestó en el avión camino de Tel Aviv, el secretario de Estado confiesa que su estancia en la capital siria no ha supuesto "ningún progreso notable". El líder sirio reiteró a Shultz que su rechazo al acuerdo entre libaneses e israelíes es definitivo. "El acuerdo que se trata de imponer a Líbano es contrario a la unidad, independenecia y soberanía de Líbano y destruye su pertenencia a la nación árabe. La actitud siria con respecto a esta acuerdo es definitiva" manifestó Asad, según una fuente oficial de Damasco. El jefe del Estado sirio, no obstante, subrayó "la utilidad de la continuación del diálogo sirio-norteamericano".

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Shultz debe entrevistarse hoy con Menájem Beguin, quien, con toda probabilidad, le manifestará lo que el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Isaac Shamir, declaró a su colega francés, Claude Cheysson, que ayer salió de Israel después de una corta gira por varios países de la región. "Israel desplegará sus tropas sobre nuevas líneas estratégicas para mantenerlas en sus nuevas posiciones todo el tiempo necesario en función de sus imperativos de seguridad", dijo Shamir a Cheysson. Esta redistribución no es bien vista por Washington, que la considera prematura y contraproducente para el Gobierno libanés.

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