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Reportaje:

Una nueva oleada de subidas de precios controlados espera la inmediata decisión del Gobierno

Tras la reciente aprobación de aumento para las tarifas aéreas nacionales y de Trasmediterránea, espera la decisión del Gobierno una oleada de subidas de precios sometidos a control administrativo. Los expedientes sobre pan, azúcar, harinas panificables y aceites de girasol y semillas ya han sido informados por la Junta Superior de Precios o lo serán en breve. En los tres primeros casos pendientes, la propuesta de este órgano consultivo ha recortado prácticamente a la mitad las peticiones de incremento, que rondaban o superaban el 20%. Las solicitud para el gas butano todavía no ha sido tramitada, pero cabe la posibilidad de que se incluya en una revisión de los precios de los carburantes, destinada a compensar el coste de las compras de petróleo por depreciación de la peseta.

Según fuentes de la Junta Superior de Precios, dependiente del Ministerio de Economía y Comercio, y cuyos informes son preceptivos pero no vinculantes, ni el posible proyecto de revisión para las gasolinas ni la del gas butano han tenido entrada de momento en este organismo de composición interministerial.La primera ha sido admitida por el titular del departamento, Miguel Boyer, para el caso de que se mantenga la apreciación del dólar con respecto a las monedas extranjeras, pues no es sensato subvencionar el consumo. Asimismo, el presidente de Butano ha dicho que prevé un alza del 10% al 12% para este gas durante el mes de julio.

Las fuentes de la junta recordaron que el gas butano subió la pasada primavera, por lo que si se solicita formalmente otra elevación podría ser informada en el sentido de que no procede.

De todas formas, existen precedentes de informes negativos no atendidos luego por el Gobierno. También los hay de convocatorias urgentes para dictaminar reajustes en los carburantes, incluidos los gases.

Tampoco hay todavía pronunciamiento, aunque en este caso sí solicitud, para una alza del 21,7% y también la eventual liberalización de los aceites de girasol y semillas, reclamada por el sector con efectos desde el próximo día 1 de agosto.

El argumento esgrimido es que las fuertes elevaciones del aceite de oliva han abierto el diferencial con respecto a los otros aceites, lo que, unido a su mayor consumo tras el síndrome tóxico, perjudica o hace irrealizable la política de grasas.

Pan, harinas y azúcar

Los últimos informes de la junta, sobre los que se pronunciará el Gobierno próximamente, han estimado justificadas sólo una parte de las solicitudes para el pan, harinas panificables y azúcar. Los precios del pan, que suelen subir todos los años en el mes de julio, son fijados a nivel provincial, dentro de unos márgenes fijados a nivel nacional. Para el próximo ejercicio la banda estará entre el 6,56% y el 8,10%.El principal determinante han sido las harinas panificables, para las cuales la Asociación de Fabricantes de Harinas ha pedido, por una parte, la liberalización de precios -a la vista del anuncio de liberalización del comercio del trigo-, y por otra, un incremento del 22,94%, hasta las 38,149 pesetas kilo a granel en fábrica (en 1978 estaba en 21 pesetas).

Después de tener en cuenta la propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 35,9 pesetas kilo, lajunta ha admitido 34 pesetas kilo para la harina panificable a granel, así como otro de 31,40 para la ensacada, con el fin de evitar la reutilización de sacos o envolventes que no reúnan buenas condiciones técnico-sanitarias. Ello supondría en conjunto poco menos del 10%.

Sin pronunciarse sobre la liberalización, el dictamen ha puesto de relieve la contradicción entre el propósito de reducir en el comercio del trigo el papel del Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA) y la comparación de las dos últimas campañas.

En la propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Servicio Nacional de Productos Agrarios sigue canalizando el 69% del trigo destinado a la fabricación de harina, dejando el 31 % restante al mercado libre. En la campaña anterior la relación era 50% y 50%.

Para el azúcar, la petición de la Asociación General de Fabricantes, razonada en las variaciones de la remolacha y demás componentes de la fabricación, ha pedido subidas del 19,58% en la variedad blanquilla a granel, que se situaría en 89,7 pesetas kilo, y un 20,22% en la de bolsa de un kilo, que es la más importante, y pasaría de 80 a 96,2 pesetas.

En este caso, la propuesta del Ministerio de Agricultura reducía considerablemente tales aspiraciones. La junta ha admitido 85 y 91 pesetas kilo, respectivamente, aconsejando al tiempo excluir de la intervención de precios en variedades distintas de los sacos de blanquilla con 60 kilos y las bolsas de un kilo.

El mercado está abastecido en su gran mayona por tres empresas, que pretendían aumentar sus márgenes de fabricación en un 13,48%, argumentando que los principales costes, combustible y mano de obra, crecerían el 20,6% y 14,10%, respectivamente. De estas sociedades, la Compañía de Industrias Agrícolas ha elevado el último año sus beneficios de 276 millones de pesetas a 317,8; la Compañía Ebro, de 289,3 a 310,5 millones, y la Sociedad General Azucarera, de 247,7 a 301,7 millones.

Según fuentes de la junta de precios, en todos los casos anteriores una de las cifras más discutidas ha sido la de costos laborales, por entender que el Acuerdo Interconfederal aconseja no tomar en consideraoión aumentos superiores al 11%.

La observación se había registrado también al informar el expediente de subida para las tarifas de pasaje nacional de Iberia y para las de Trasmediterránea, que se incrementarán este mes en torno al 10%. Iberia había pedido el 11,63%, lo que supondría incrementar los ingresos durante el ejercicio anual en 5.826 millones de pesetas.

La junta de precios recordó que en diciembre pasado hubo otro aumento del 9% (el séptimo desde julio de 1979, cuando crecieron un 25% y volvieron a subir otro tanto en enero siguiente), aunque entendía que las tarifas resultantes no eran suficientes para cubrir los costes de explotación de la red interior.

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