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PAÍS VASCO

La comisión investigadora de la explosión de Galdácano no denuncia responsabilidades

La comisión investigadora de la explosión ocurrida el 9 de mayo en la factoría de Explosivos Río Tinto, en Galdácano (Vizcaya), que costó la vida a ocho personas, se disolverá, con toda probabilidad, en los próximos días, sin haber llegado a determinar las causas del siniestro. Los integrantes de la comisión -formada por miembros del comité de seguridad y del comité de empresa-, que ayer hizo público su informe, declinaron pronunciarse sobre la atribución de responsabilidades por lo ocurrido, aunque señalaron que la existencia de un fallo humano o negligencia por parte de los trabajadores ha quedado descartada.

En el informe con las conclusiones de la investigación se apuntan numerosos fallos en el diseño de la planta en la que se produjo la explosión, así como cinco posibles orígenes de la misma, y se sugieren diversas medidas preventivas.La investigación ha determinado que fueron 4.000 los kilos de explosivos de distintos tipos que estallaron y que la propagación fue facilitada por el mal diseño del pasillo de la planta y por la excesiva aglomeración de locales con grandes cantidades de explosivo. Las conclusiones señalan también que los muros de contención que protegen el exterior de la planta hicieron que el efecto de la explosión hacia dentro fuera mayor. Lo mismo ocurrió con los techos de la sala, que, preparados para recibir presiones desde fuera, no pudieron, sin embargo, contener la fuerza recibida desde el interior.

Malas condiciones de purgado de la nitroglicerina

Otra de las conclusiones apunta hacia la toma de la bomba de retorno en el decantador, que se encuentra muy cerca de la base del mismo, y a la ausencia de un detector de nitroglicerina que pare automáticamente la bomba en caso de peligro. Tampoco las condiciones en que se realizaba el purgado de la nitroglicerina eran las adecuadas y las cantidades de explosivo máximas autorizadas por el propio departamento de seguridad de la empresa se superaban en numerosos lugares de manera habitual, añade el informe.A este respecto, los miembros de la comisión investigadora denunciaron la ausencia de una legislación sobre la materia, ya que ésta existe referida a distancias con poblaciones, pero no, dijeron, en relación al proceso de fabricación. Igualmente se afirma en el informe que en los últimos meses no se había producido ninguna reunión sobre seguridad en la empresa.

El informe descarta el fallo en la instalación eléctrica de la planta y señala la falta de un plan de actuación en caso de accidentes como el ocurrido el 9 de mayo.

La comisión investigadora explicó que otra planta similar a la siniestrada está paralizada en espera de subsanar los fallos descritos en el informe. A partir de ahora, dijeron, ERT contará con un comité integrado por cuatro personas que se dedicarán en exclusiva al seguimiento de la seguridad en la factoría.

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El accidente del 9 de mayo fue el noveno que se producía en la misma factoría de ERT desde 1.956, con un balance de 37 muertos. El accidente anterior, ocurrido el dos de junio de 1.974 causó 22 muertos y 32 heridos.

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