_
_
_
_

Las fuentes del peligro

Al margen de las catástrofes, las fuentes de posible peligrosidad de la central están en el circuito de refrigeración, que se alimenta de las aguas del río Júcar, y en el almacenamiento del combustible ya utilizado, que es altamente radiactivo.El alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, anunció cuando las inundaciones su intención de trasladar aguas arriba de la central el lugar de toma de caudal del Júcar para abastecimiento de la ciudad, que se estaba a la altura del embalse de Tous, de forma que no se recoja agua utilizada para la refrigeración de la central. En su toma de posesión, tras ser reelegido Pérez Casado, volvió a recordar su preocupación por la seguridad de la central.

Más información
La Generalitat valenciana podría pedir que se aplace la inauguración de Cofrentes

El agua del Júcar es conducida por un circuito hasta el condensador, donde circula por el interior de una tubería blindada, en el exterior de la cual se encuentra el agua del llamado circuito que mueve la turbina. Este último es el que circula por el interior del reactor y es calentado directamente por la fisión nuclear.

Se trata de un circuito cerrado y que no entra en contacto con el de refrigeración. Acero insiste especialmente en que la presión del circuito de refrigeración es mucho mayor que la del que mueve la turbina, de forma que en el caso de que se rompiese la tubería el agua no contaminada saldría hacia donde se encuentra la contaminada, pero nunca a la inversa.

Un complejo sistema de seguridad prevé la refrigeración de emergencia y la parada del reactor en caso de avería. Por otra parte, dos grandes balsas al aire libre contienen el agua del circuito de refrigeración después de que ha sido enfriada en las torres -Cofrentes tiene dos- para comprobar que no ha habido fugas de radiactividad que podrían haberla contaminado, en cuyo caso sería retenida y no devuelta al cauce.

En cuanto al combustible quemado, permanece 100 días en un recipiente con agua en la propia central, tiempo durante el que la radiactividad de los productos de la fisión decae notablemente. A partir de ese momento son embidonados y transportados a una planta de reprocesamiento, en la que se aprovecha parte, como los isótopos o el plutonio. El resto, que es el verdadero residuo, se traslada a depósitos definitivos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En España, todos los elementos de combustible gastado que se producen son enviados a plantas de reprocesamiento extranjeras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_