Perfección y exactitud en el lanzamiento de la nave 'Challenger'

La perfección y la exactitud son las dos notas que emplearon todos los funcionarios de la Administración Nacional para la Areonaútica y el Espacio (NASA) al definir el segundo lanzamiento del Challenger que tuvo lugar ayer a las 14.33 horas, desde el centro espacial Kenndedy, en Cabo Cañaveral (Florida).El propio comandante de la astronave, Robert Crippen, en su primera comunicación con el centro espacial Johnson de Houston, dijo que todo había salido con total precisión y comenzaba a efectuar la primera operación orbital para dirigir la astronave a la órbita establecida en el programa de seis días de duración.

Las nubes sobre las rampas de lanzamiento y las condiciones adversas del tiempo sobre la pista de aterrizaje de aterrizaje de emergencia en Dakar (Senegal) no fueron obstáculo para que los funcionarios de la NASA aplazaran el lanzamiento.

Los dos cohetes propulsores y el tanque externo de combustible del Challenger se separaron del mismo, tal y como estaba previsto, nueve minutos después del lanzamiento. Los cohetes se desprendieron dos minutos y siete segundos después del lanzamiento y cayeron al océano Pacífico, donde serán recuperados. por la marina.

El sistema de propulsión aplicado a los motores del Challenger le permite obtener un nivel de fuerza superior al 104%, mientras que el Columbia sólo pudo lograr el 96%.