El País Vasco y Madrid, las regiones más castigadas en pérdidas de empleo
Aunque, según dicen sus portavoces, ni el propio Ministerio de Industria y Energía tiene unos cálculos precisos sobre el coste en puestos de trabajo de la reconversión industrial, fuentes de dicho departamento aseguran que los planes llevados a cabo hasta la fecha han significado la pérdida de no más de 18. 100 empleos directos, al 31 de diciembre pasado. Esta cifra hay que elevarla hasta 65.514 en el período que termina en 1985 si se llevan a cabo los programas contenidos en la ley Bayón. Por regiones, serán Madrid y el País Vasco las más castigadas.Algunos de los programas de la ley Bayón van a ser sometidos a revisión, lo que hace que el cálculo oficial de pérdidas de empleo de aquí a 1986 esté en torno a otros 46.000 puestos de trabajo directos adicionales. El problema se plantea a la hora de analizar los empleos inducidos que se perderán.
Optimismo oficial
La tesis oficial del Ministerio de Industria es que no habrá pérdida de empleos inducidos, porque la reconversión no contempla reducciones de producción (de las existentes hoy), sino de capacidades de producción en algunos sectores. En otras palabras, de lo que se trata es de ajustar la nueva capacidad de producción a la demanda existente y a ésta la producción. Por eso no debe haber pérdidas de trabajo inducidas. Éstas, en todo caso, ya se habrían producido.Otras opiniones no coinciden con las del ministerio, incluso las de algunas personas que en él trabajan. Por lo menos, en la interpretación. Si se pierden puestos de trabajo en los sectores auxiliares es porque se han reducido producciones.
El problema es saber si ya se ha tocado fondo o si, por el contrario, estamos todavía en la cuesta abajo. Así se explica la preocupación de algunos sectores y de las centrales sindicales en el sentido de determinar si el ajuste en las producciones significará aún más pérdidas de empleo inducidas.
Comisiones Obreras, por ejemplo, habla de 100.000 puestos de trabajo perdidos sólo en el sector metal, entre directos e inducidos.
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