Felipe González presenta a los embajadores de la CSCE una propuesta para finalizar la Conferencia de Madrid
El presidente del Gobierno español, Felipe González, presentó ayer en el palacio de la Moncloa a los embajadores de los 35 países participantes en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) una propuesta destinada a hacer aceptable por todos el proyecto de declaración final RM-39 (revisado) y concluir la reunión de Madrid en los próximos días.
La propuesta, que será estudiada ahora por los Gobiernos de la CSCE -todos los europeos menos Albania, más Estados Unidos y Canadá-, supone una rebaja de las enmiendas propuestas anteriormente por los países occidentales a la citada declaración final, de la que son autores los neutrales y no alineados. Los puntos que propone introducir España en el RM-39 (revisado) deben permitir a juicio de Felipe González, un acuerdo para alcanzar "un final feliz" de la Conferencia de Madrid.El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, insistió ayer en una conferencia de prensa en el palacio de la Moncloa en que la propuesta es exclusivamente española y aseguró que su contenido no ha sido previamente consultado con ningún otro Gobierno.
Las sugerencias formuladas por el presidente del Gobierno mantienen un equilibrio precario entre las posiciones expuestas en las últimas semanas en el foro de Madrid por Estados Unidos y la Unión Soviética, con concesiones más o menos visibles a una y otra parte.
La propuesta de retrasar la Conferencia sobre medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad y sobre desarme en Europa -prevista para noviembre por el RM-39 (revisado)- hasta el 17 de enero de 1984, puede satisfacer los deseos de Estados Unidos de no interferir, con la apertura de un nuevo centro de debate, en las conversaciones de Ginebra sobre euromisiles, que acaban en diciembre. La no inclusión entre los puntos propuestos por España de la enmienda occidental contra la interferencia de la emisiones de las radios occidentales en algunos países del Este será, sin duda, bien recibida por la Unión Soviética. Fernando Morán dijo que este punto "no es esencial" y que, sin embargo, su incorporación "hubiese impedido, probablemente, el consenso".
El Gobierno español recoge en su iniciativa la propuesta occidental de realizar una conferencia sobre contactos humanos, destinada, entre otros aspectos, al estudio de garantías para la celebración de matrimonios mixtos (entre ciudadanos del Este y el Oeste) en aquellos países socialistas en que se ponen trabas a su realización. Felipe González propone, por invitación del Gobierno de Suiza, la fecha del 16 de abril de 1986 y la sede de Berna. Esta conferencia fue rechazada en su día, como el resto de las enmiendas occidentales, por la delegación de la Unión Soviética.
Otro de los puntos de controversia que mantenían bloqueada la conferencia desde hace varias semanas es la redacción del párrafo de la declaración final dedicado al posible control de las disposiciones del Acta Final de Helsinki sobre derechos por parte de los ciudadanos de los países miembros de la CSCE. El texto actual afirma: "Alentar genuinos y positivos esfuerzos para la aplicación del Acta Final". Los occidentales consideran que los calificativos "genuinos y positivos" son restrictivos. España propone dejar caer la referencia a "positivos" y mantener la palabra "genuinos".
"No deberían existir otros impedimentos que se opongan a nuestra aspiración de poner fin a la reunión de Madrid con satisfacción y con orgullo ante su importancia histórica", manifestó Felipe González a los jefes de las delegaciones de la CSCE. El presidente del Gobierno recomendó, por último, que, una vez alcanzado el consenso final, sean suspendidas las reuniones por espacio de dos o tres semanas para raeanudarlas después con una sesión de clausura en la que participen los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros.
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